En la sentencia, los magistrados dejaron en claro el rol que tuvo cada uno de los acusados y las pruebas que los incriminaron durante el debate oral. En qué se basaron para diferenciar tres condenas a 15 años.
La expectativa por la sentencia del juicio a los rugbiers era enorme. Había muchos escenarios posibles planteados por parte de la fiscalía, la querella y la defensa, lo que hacía que la duda se mantuviera firme.
Aunque en el equipo de Fernando Burlando estaban convencidos de que los acusados no podían recibir ninguna otra condena que no fuera la perpetua, lo cierto es que el abogado Hugo Tomei había planteado la absolución de los 8 o, en su defecto, tres tipo de penas distintas en base a diferentes calificaciones legales.
Esa enorme diferencia entre un pedido y otro hizo que la incertidumbre creciera enormemente y que la duda se mantuviera hasta el último momento.
Si bien algunos especialistas en la materia legal aseguraban que los rugbiers iban a recibir penas diferentes en base al accionar que habían mantenido en el hecho, otros sostenían que la única calificación posible era la perpetua.
Lo cierto es que, en medio de mucha incertidumbre, este lunes al mediodía los jueces María Claudia Castro, Christian Ariel Rabaia y Emiliano Lázzari finalmente leyeron el veredicto.
En primera instancia, condenaron a prisión perpetua a Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Luciano Pertossi, Enzo Comello y a Matías Benicelli por ser coautores del delito de “homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y por alevosía en concurso ideal con lesiones leves reiteradas”.
Por otro lado, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi fueron considerados “partícipes necesarios” de ese mismo hecho, por lo que deberán pasar 15 años en la cárcel.
Para fundamentar el fallo, la presidenta del Tribual Oral en lo Criminal Nº1 de Dolores, la jueza Claudia Castro, explicó que los rugbiers formaron parte de un “clan criminal” que se organizó para asesinar a golpes a Fernando Báez Sosa en la madrugada del 18 de enero de 2020.
“Los 8 imputados se organizaron para atacar a golpes a Fernando, por sorpresa y desde dos frentes sin que la víctima pudiera advertir lo sorpresivo del ataque”, indicó la jueza en la sentencia.
Además, explicó que quedó comprobado que Ciro Pertossi y Enzo Comelli fueron los primeros que golpearon a la víctima, mientras que después, cuando Báez Sosa ya estaba en el suelo inconsciente, le pegaron de nuevo Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Luciando Pertossi, Matías Franco Benicelli y Enzo Tomás Comelli.
“Fernando Báez Sosa cayó de rodillas al piso y luego, cuando ya se encontraba reducido, en el suelo y sin posibilidad de defensa, parte del clan criminal, aprovechando el estado de indefensión en el que luego de los dos primeros golpes quedó la víctima, con claras intenciones de acabar con la vida de Fernando Báez Sosa, continuaron agrediéndolo brutalmente, con patadas esencialmente dirigidas a la cabeza y otras al cuerpo, como así también con golpes de puño, causándole lesiones de tal entidad que le provocaron la muerte por paro cardiorrespiratorio por shock neurogénico producto de los múltiples traumatismos de cráneo que generaron una hemorragia masiva intracraneana intraparenquimatosa, como así también lesiones de gravedad en el hígado, en los pulmones y en el intestino grueso”, aseguró la magistrada.
Respecto al rol que cumplieron Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi, según Castro, después de haber visto el estado en que había quedado la víctima tras la golpiza inicial, “apoyaron a los coautores y, de acuerdo al rol que cada uno asumiría en el ataque focalizado en la víctima fatal, prestaron una colaboración, si bien no imprescindible, lo suficientemente apta para favorecer la consumación del crimen”. “En tal sentido propinaron golpes de puño y patadas a Ignacio Vaudagna, Juan Manuel Pereyra Rozas, Juan Bautista Besuzzo, Lucas Begide y a Tomás Agustín D’Alessandro, con el objeto de evitar que los mencionados amigos de Fernando Báez Sosa pudieran socorrerlo, causándole a los mencionados lesiones que fueron caracterizadas como leves”, añadió.
En cuanto al hecho, la magistrada sostuvo que durante el debate quedó comprobado que después de haberse organizado para “golpear brutalmente” a Fernando, “cuando la víctima quedó en estado de seminconsciencia, tendido en el suelo, a merced de sus atacantes”, los rugbies actuaron “por la inequívoca intención de causarle la muerte”. “Es recién allí donde aparecen claramente en el accionar de los autores los elementos congnoscitivos y volitivos direccionados a producir el resultado”, sumó.
“El plan original -golpear a Fernando Báez Sosa- se cumplió en el momento que el nombrado cae al piso, rendido. Y ello sucedió inmediatamente, con los dos primeros golpes, según lo demuestran los testimonios analizados y el video obtenido del aparato de teléfono perteneciente a Lucas Pertossi, filmación que el nombrado se adjudicara al prestar declaración en la audiencia de debate. Es entonces a partir de allí que los sujetos activos internalizaron y acordaron matar aprovechando el estado de indefensión absoluta en que se encontraba la víctima. Es la intención de dar muerte lo que explica la modalidad del ataque”, aclaró la jueza.
Del mismo modo, Castro aclaró que durante el debate en varias ocasiones los testigos aseguraron que los rugbiers solían atacar a golpes a jóvenes cuando salían a bailar, y que, por eso, está segura de que los acusados “conocían la gravedad de las consecuencias que la modalidad de la forma de atacar desencadenaba”.
En los fundamentos de la sentencia los jueces aclararon que quedó probado que “Máximo Thomsen y Ciro Pertossi estuvieron en todo momento atacando a la víctima”.
Del mismo modo, Enzo Comelli y Luciano Pertossi golpearon a Báez Sosa, mientras que además Comelli le pegó a los amigos de la víctima.
Por su parte, sobre Matías Benicelli los magistrados aseguraron que “fue uno de los cinco que formó parte de los actos del ataque mortal”.
Respecto de Ayrton Viollaz, los magistrados lo ubicaron como quien arengó constantemente el ataque y como quien además golpeó a los amigos de Fernando impidiendo que pudieran auxiliarlo. Sobre él, explicaron que durante el juicio no se pudo comprobar que le haya pegado al joven fallecido.
Sobre Lucas Pertossi, los jueces aclararon que no existió ninguna prueba que lo ubicara golpeando a Báez Sosa, aunque está claro que fue quien grabó el ataque inicial y quien además golpeó a los amigos de la víctima impidiendo que lo auxilien.
Finalmente, en relación a Blas Cinalli, en la sentencia se aclaró que tampoco se pudo comprobar que hubiera golpeado a Fernando, aunque sí atacó a sus amigos.
“Si bien no escapa a mi conocimiento que en el hisopado tomado de una de las uñas de las manos de la víctima se detectó ADN -mezcla- con el perfil genético de Blas Cinalli, lo cierto es que también se demostró que fue uno de los primeros que tomó contacto físico con Fernando Báez Sosa al momento del inicio del ataque. Ello se advierte en las imágenes obtenidas del video filmado por Lucas Pertossi. Esta circunstancia me permite inferir que probablemente Cinalli, sólo en ese primer momento, haya tomado contacto con el cuerpo de Báez Sosa, lo que podría explicar de algún modo aquel hallazgo pericial”, concluyó Castro.
Fuente: TN
Esta entrada ha sido publicada el 7 de febrero, 2023 07:18
Deja un Comentario