Este lunes comenzaron a ser juzgados los ocho rugbiers por el homicidio del joven de 18 años. Mañana será la segunda jornada, donde brindarán su testimonio una docena de personas.
El juicio por el conmocionante crimen de Fernando Báez Sosa, ocurrido a la salida de un boliche de Villa Gesell el 18 de enero de 2020, empezó este lunes en el Palacio de Tribunales de Dolores. En la primera jornada declararon los papás de la víctima, Silvino y Graciela. En la nueva ronda de testimonios del martes será el turno de los amigos del joven, quienes lo acompañaron en el viaje a Villa Gesell. También estaba previsto que declarara su novia, pero fuentes allegadas a la familia indicaron que no estaría en condiciones de hacerlo.
El abogado querellante, Fernando Burlando, pidió prisión perpetua para los ocho rugbiers acusados. En tanto que hubo un planteo de suspensión por el lado de la defensa.
Está previsto que la pareja de Fernando, Julieta Rossi, sea la primera en testimoniar en la segunda jornada judicial. Sin embargo, fuentes cercanas a la familia del joven asesinado indicaron que ella no estaría en condiciones de hacerlo.
Durante el tiempo que transcurrió entre el asesinato de Báez Sosa y el inicio del juicio, Rossi se encargó de difundir por redes sociales sus reclamos por el esclarecimiento de lo sucedido. Además, pidió una condena ejemplar para los autores del hecho.
En el caso de que no declare la novia de Fernando, el primero en hablar ante los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari será el padre de ella, Alejandro Rossi.
Luego lo harán los diez amigos de la víctima que veraneaban junto a él en Gesell. Muchos de ellos también fueron agredidos por los acusados al momento del ataque frente al local bailable.
Se trata de Santiago Corbo, Juan Bautista Besuzzo, Lucas Santiago Filardi, Julián Lucas García, Federico Raulera, Tomás Agustín D’Alessandro Gallo, Federico Martín Tavarozzi, Lucas Begide, Franco Andrés Corazza, Ignacio Vaudanga.
Por las agresiones que sufrieron al menos cinco de ellos, los rugbiers están imputados por el delito de “lesiones leves”. Esta se suma a la acusación principal del juicio por “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”.
Báez Sosa y Rossi cursaban sus estudios secundarios en el colegio Marianista. Si bien no iban al mismo curso, tenían amigos en común y una compañera de ambos los presentó en el último año.
En febrero de 2018 iniciaron los primeros contactos. Fue durante su participación en el denominado Proyecto Servir en el que, a través de la institución donde estudiaban, realizaban tareas sociales en distintos lugares que lo requerían.
Según relató en una entrevista la misma Rossi días después del crimen, en el viaje de egresados de Bariloche, Báez Sosa la “encaró por primera vez” y allí fue el primer beso.
En marzo de 2019, luego de que Fernando la acompañó a una clase de tango -ya que Julieta es bailarina- y la invitó a su casa a ver una película, él le propuso ser novios. Ella aceptó y los días 19 de cada mes quedaron marcados como la fecha en la que festejarían sus primeros aniversarios de pareja.
En paralelo, planificaron estudiar la misma carrera en la universidad. Al principio los dos se habían anotado en Derecho. Luego Julieta optó por Arquitectura, pero a mitad de ese 2019 se arrepintió, volvió al plan inicial y cursó junto a Fernando.
Solo pasaron 10 meses de su noviazgo cuando llegó el trágico enero de 2020 y aquella brutal golpiza de una patota de rugbiers terminó con la vida de Báez Sosa.
Fuente: TN
Esta entrada ha sido publicada el 3 de enero, 2023 07:22
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