El 66% de los electores votaron por el Sí, por lo que el Consejo Electoral sostuvo que la tendencia es irreversible.
Los cubanos aprobaron el matrimonio igualitario, la adopción homoparental y la subrogación de vientres en un histórico referéndum celebrado el domingo, anunció este lunes el Consejo Electoral. El organismo consideró que la tendencia de los votos es “irreversible”, ya que contó con más del 66% a favor.
La legislación necesitaba más de un 50% de los votos para ser validada. Los nuevos derechos a las minorías sexuales están incluidos en el nuevo Código de la Familia sometido a consulta popular con el fuerte rechazo de la Iglesia Católica y algunos sectores de la oposición.
“El nuevo código ha sido una lucha de la comunidad LGTB, que ha sido discriminada desde el principio de la Revolución”, dijo a TN el dramaturgo cubano Yunior García, fundador de la plataforma opositora Archipiélago y actualmente en España.
La legislación sustituirá la legislación vigente de 1975. ”Ganó el Sí. Se ha hecho justicia”, dijo el presidente Miguel Díaz-Canel, en su cuenta de Twitter.
Los homosexuales sufrieron discriminación y hostigamiento tras el triunfo de la Revolución. Incluso, numerosos gays fueron recluidos en los años 60 en las llamadas Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), verdaderos centros de reeducación ideológica en el que también fueron alojados artistas y sacerdotes.
La realidad sufrida por la comunidad homosexual se vio reflejada en los años 90 en la exitosa película “Fresa y Chocolate”, co-dirigida por Tomás Gutiérrez Allea y Juan Carlos Tabío y que estuvo nominada a un Oscar por mejor película extranjera en 1994. La cinta narra la relación entre un artista gay y un joven militante comunista lleno de prejuicios.
Incluso, en 2010, Fidel Castro reconoció que la persecución de los gays fue un error histórico de la Revolución. “Si alguien fue responsable, ese soy yo”, dijo entonces en una entrevista con el diario mexicano La Jornada.
Para Yunior García, la Revolución “reconoce que se ha quedado atrás. El régimen entendió que se había quedado en una zona retrógrada y necesitaba un lavado de cara”, afirmó.
Según dijo, “Cuba tiene un liderazgo carente de carisma y cometió grandes errores como la represión de las protestas (del 11 y 12 de julio de 2021).
“Además enfrenta el rechazo popular y la ola migratoria más grande de historia. En esta situación vulnerable usaron este código como bandera para ganarse el favor de la izquierda internacional. Pero la reforma beneficia a muchas personas que históricamente han sido discriminadas”, afirmó el dramaturgo.
La nueva ley define el matrimonio como la unión “entre dos personas”, abriendo la puerta al casamiento homosexual y la adopción para parejas del mismo sexo.
También permitirá reconocer legalmente a varios padres y madres, además de los biológicos, así como la gestación subrogada sin fines de lucro.
Además, suma otros derechos que favorecen a los niños, ancianos y discapacitados.
Mientras la Iglesia cuestionó el nuevo Código de la Familia en rechazo al matrimonio igualitario y el vientre subrogado por entender que estas medidas van en contra de la familia, la disidencia cubana se mostró dividida en torno al proyecto.
Daniel Triana, activista LGTB y coordinador de la plataforma archipiélago, dijo a TN que llamó a votar por el Sí porque se trató de una reforma que beneficia a las minorías sexuales.
Pero otros activistas alertaron sobre un punto en especial que habla de la sustitución de la “patria potestad” por una “responsabilidad parental” que, según dijeron, representa una mayor intromisión del Estado en las familias.
En uno de los artículos del nuevo código se establece que uno o ambos padres pueden ser privados de la patria potestad en casos en que se observe “conducta viciosa, corruptora o delictiva”, alertaron.
El disidente Guillermo Fariñas dijo que, detrás de los derechos a las minorías sexuales, el nuevo código esconde una estrategia para “disminuir en una mayor proporción las potestades de los padres o adultos responsables de los menores” y así “poder chantajearlos afectivamente” con la quita de la tendencia de sus hijos.
Pero Yunior García dijo que “esos temores no son nuevos. Si la reforma lo hubiese hecho otro país se diría que es un código avanzado, pero en Cuba hay un partido único y por eso hay temor. Lo cierto es que, más allá de estos miedos, no deben ponerse en pausa los derechos de nadie”, afirmó.
“Uno debe celebrar cuando un grupo arranca un poquito de derechos”, concluyó.
Fuente: TN
Esta entrada ha sido publicada el 27 de septiembre, 2022 12:16
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