La mujer vive en Ensenada. Acusó al agresor de haber incendiado el negocio de unos amigos que le ofrecieron refugio.
Una joven de la localidad platense de Ensenada denunció que fue abusada sexualmente durante 11 años por su padrastro, con quien tuvo tres hijos fruto de esas violaciones. No obstante, advirtió, el hombre sigue libre y no deja de hostigarla.
De acuerdo a su relato, todo empezó en 2008 cuando ella tenía 12 años. El presunto abusador estaba en pareja con su madre en ese momento y vivían los tres juntos en la misma casa en el barrio El Retiro. Al principio nada parecía escapar de la normalidad, pero a medida que pasaba el tiempo la chica empezó a notar que se quedaba dormida cada vez que el acusado preparaba la cena.
“Un día decidí no comer y esa misma noche noté que alguien se metía en mi habitación y comenzaba a tocarme”, contó en diálogo con El Editor Platense la denunciante. Un instante después la sorpresa se convirtió en horror cuando entendió que esa persona era su padrastro.
Cuando su mamá se separó de aquel hombre pensó que su calvario por fin había terminado, pero el alivio solo duró hasta que tuvo que ir a la casa del acusado a buscar la mercadería que este le compraba a sus hermanos menores. “Un día que estaba solo, me tomó del brazo, me tiró en la cama y me violó”, afirmó.
Esa fue la primera vez, pero no la última. Los abusos siguieron repitiéndose también cuando era él quien iba a su casa para visitar a sus hermanos menores. El miedo mantuvo ocultas las violaciones durante poco más de una década, tiempo durante el cual la joven cargó también con las consecuencias. “Tengo tres nenes que son hijos de este tipo. Nunca le conté nada a mi madre”, subrayó.
Recién en 2019, a sus 23 años, se animó a poner en palabras tantos años de sometimiento y denunció a su padrastro por abuso sexual. Pero el hombre ni siquiera así se detuvo. Cuatro días después, contraatacó: prendió fuego el negocio de unos vecinos que le habían dado refugio para que escapara de él.
La víctima presentó una segunda denuncia por el incendio y la Justicia ordenó una prohibición de acercamiento de 1000 metros, pero ni siquiera la medida le devolvió la paz. “Me vive hostigando, la última vez fue anoche haciendo llamados, haciéndose pasar por otra persona. Necesito por favor que se difunda para que este termine”, concluyó.
Fuente: TN
Esta entrada ha sido publicada el 2 de junio, 2022 11:04
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