Si bien durante mayo el nivel general de inflación volvería a desacelerarse con respecto a abril, los relevamientos privados dan cuenta de que el número seguirá siendo alto: se ubicaría por encima del 5%, continuando con una marcada inercia que arrojaría un incremento del IPC cercano al 70% para este año. En ese marco, los alimentos continúan presionando el índice al alza.
De acuerdo al informe que realiza semanalmente la consultora LCG, el relevamiento de la canasta de alimentos y bebidas acumula en las primeras tres semanas de mayo un alza en torno al 4,1%. Según destaca el estudio, en las últimas cuatro semanas, los productos que más subieron fueron “condimentos y otros productos alimenticios” (8%), “aceites” (7,6%), “carnes” (7,4%) y “productos de panificación, cereales y pastas” (6,8%).
“En la tercera semana del mes, el índice de inflación de alimentos LCG marcó una suba del 0,8%, desacelerando en 1,2 p.p. respecto a la semana previa. Pero más allá de esta desaceleración, en lo que corre de mayo la inflación de alimentos promedia 1,4% semanal”, señaló la consultora en su informe, y agregó: “Contra las mismas semanas de abril, la suba de los alimentos asciende a 5,3%. El porcentaje de productos con suba se mantuvo elevado (24%), lo que implica que, de sostenerse en ese nivel, todos los productos de la canasta de alimentos relevada habrán aumentado al menos una vez en mayo”.
Por su parte, según el relevamiento que realizó EcoGo, en la segunda semana del mes los alimentos subieron 2% respecto a la semana previa. “Con este dato y considerando una proyección de variación semanal del 1% para las próximas dos semanas del mes, la inflación de alimentos consumidos en el hogar en mayo treparía a 5,5% mensual”, analizó la firma.
En tanto, de acuerdo al estudio habitual que realiza la organización Consumidores Libres, el costo de una canasta básica de alimentos trepó 2,4% en la primera quincena del mes, por lo que acumulan un avance de 25,3% en lo que va del año. En mayo, según señalaron, los principales aumentos se observaron en productos de almacén (3,5%), mientras que la carne se incrementó 2,4% y frutas y verduras, 0,5%.
Los aumentos en los precios de los alimentos impactan de lleno en los niveles de pobreza e indigencia. De hecho, la semana pasada el INDEC dio a conocer la evolución de estos índices: la canasta básica alimentaria subió 6,7% y una familia necesitó $42.527 para no ser indigente. Mientras que se requirió $95.260 para no ser pobre.
Fuente: Ámbito
Esta entrada ha sido publicada el 23 de mayo, 2022 08:03
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