Se cumple una década de una ley que marcó un antes y un después en el país. Un repaso por la historia, con testimonios en primera persona, y valores trans en el deporte, la cultura y el espectáculo.
Una frase de Cocó, una adolescente trans que cumple 15 años el mismo día que la ley de Identidad de Género llega a su primera década, resume el impacto que tiene acceder a derechos a partir de construcciones colectivas: “Tenemos que agradecerles un montón a las que lucharon por la ley, porque sin ellas, las niñeces trans no estaríamos acá”.
El 9 de mayo de 2012 el Congreso sancionaba la ley de Identidad de Género Nº 26.743, la primera a nivel mundial que no patologiza las identidades trans y permite acceder al cambio registral a través de un simple trámite administrativo, sin necesidad de acreditar pericias médicas, intervenciones quirúrgicas o tratamientos hormonales. Además, reconoce el derecho a la salud integral.
Una frase de Cocó, una adolescente trans que cumple 15 años el mismo día que la ley de Identidad de Género llega a su primera década, resume el impacto que tiene acceder a derechos a partir de construcciones colectivas: “Tenemos que agradecerles un montón a las que lucharon por la ley, porque sin ellas, las niñeces trans no estaríamos acá”.
El 9 de mayo de 2012 el Congreso sancionaba la ley de Identidad de Género Nº 26.743, la primera a nivel mundial que no patologiza las identidades trans y permite acceder al cambio registral a través de un simple trámite administrativo, sin necesidad de acreditar pericias médicas, intervenciones quirúrgicas o tratamientos hormonales. Además, reconoce el derecho a la salud integral.
Hay un camino recorrido que puede verse en Cronología de un derecho conquistado, cuyo texto pionero se convirtió en referencia mundial.
Coco adolescente y Marcela Romero, próxima a cumplir 60, hablaron con Alicia Alvado para testimoniar el impacto que una política pública inclusiva tiene en la vida de las personas, y de la sociedad.
Las pueden leer en Una adolescente y una adulta mayor cuentan cómo cambió sus vidas la Ley de Identidad de Género.
Ese impacto también se ve en Los padres de un adolescente trans escribieron un libro para fomentar el amor al propio cuerpo, con entrevistas a Carola Reynoso y Sebastián Pairone, mamá y papá de Valentín, el protagonista de la publicación.
El pionero bachillerato popular Mocha Celis está realizando capacitaciones en cuidado para la vejez destinado a personas trans, travestis y no binarias. Florencia Vaveluk estuvo presenciando una clase y lo cuenta en esta nota.
La asociación civil Mocha Celis, a través de su programa #EmpleoTrans, realiza un curso de formación en cuidados específicos y acompañamiento de adultas y adultos mayores orientado a las personas travestis, trans y no binarias.
Argentina fue pìonera en esta legislación que impactó en los reclamos para acceder al derecho a la identidad de género en otros países.
Hay un mapa completo que elaboró Florencia Fazio donde cuenta que en América Latina los primeros en sancionar una ley de identidad de género fueron Panamá, en 2006; Uruguay, en 2009; y Brasil, en 2010; pero la de Argentina, dos años más tarde, marcó un punto de inflexión por plantearse desde una perspectiva despatologizadora y sin exigir requisitos médicos.
Se trata de un informe muy completo que recorre la realidad de cada continente en relación a normas y derechos.
Los cambios igualitarios llegaron también al fútbol. Marina Butron hace un recorrido por las historias de las jugadoras trans Mara Gómez, Tiziana Lezcano y Jezabel Carranza que pueden jugar hoy el Campeonato –semiprofesional- Femenino de la Primera División de la AFA.
También en la música el impacto del marco legal llega en distintas expresiones, como la cátedra de Canto Disidente de la Universidad de las Artes (UNA) que cumplió su primer aniversario como un espacio pionero de formación lírica con perspectiva no binaria, y lo celebró con la convicción de “alzar estas vocalidades diferentes para seguir gritando las cosas que nos duelen”, dice la jefa de la materia, la cantante y artivista trans y no binarie Luchi de Gyldenfeldt.
Lo mismo ocurre cuando se transitan los pasillos de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Milena Heinrich encontró biografías de personas que transicionaron de un género a otro, manifiestos políticos que se resisten contra el binarismo de las categorías, relatos de infancias y adolescentes trans y travestis, libros de Educación Sexual Integral, mangas reversionados con perspectivas inclusivas, lecturas de coloniales que cruzan género, clase y etnia, o ficciones escritas por cuerpos e identidades no hegemónicas.
Sobre el fin de semana llegó el informe oficial del Renaper que brinda datos cuantitativos y permite analizar, gracias los números, 10 años de una legislación. Puede leerse en En una década, 12.655 personas modificaron su DNI por la ley de Identidad de Género.
El archivo fotográfico de Télam suma acá momentos históricos de luchas y conquistas hasta llegar a una ley que abrió puertas a otros derechos, como el cupo laboral travesti trans, el DNI no binario y el CUIL/CUIT sin género.
Hay banderazo para festejar la ley, para pedir reclaman una reparación histórica para las sobrevivientes de la represión institucional por motivos de identidad de género y la inclusión en la seguridad social de las personas mayores travestis y trans.
Y por supuesto, sigue vigente el pedido: Queremos saber donde está Tehuel de la Torre.
Lohana Berkins, Diana Sacayán, Claudia Pia Baudracco y muchas más, en todo el país, lucharon por el derecho a la identidad.
Su legado es fuerte y potente en todas las Cocos que, hoy, son libres.
Fuente: Telam
Esta entrada ha sido publicada el 9 de mayo, 2022 11:13
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