Los vuelos humanitarios Solidaire que comandó Enrique Piñeyro pudo llevar a más de 500 pasajeros que pudieron salir del centro de refugiados de Varsovia y comenzar una nueva vida en España. Ellos y cientos de ucranianos tuvieron la posibilidad de irse de Polonia para comenzar de cero en otro lugar, lejos de las bombas, las explosiones y los misiles de Ucrania.
Si bien la intención de Piñeyro y su comitiva era de continuar con los vuelos a otras ciudades europeas, la misión quedó en un impasse imprevisto debido a problemas técnicos y trabas burocráticas que les impiden por ahora regresar a Varsovia en busca de más refugiados.
El piloto y su equipo están haciendo lo imposible para poder regresar a Polonia lo antes posible, pero la misión humanitaria comenzó a sufrir alteraciones cuando el segundo vuelo tuvo un sospechoso suceso y les prohibieron aterrizar en Varsovia, tuvieron que volar en círculos una hora y finalmente aterrizar en Praga casi de emergencia.
Cuando el avión humanitario despegó de Ezeiza el domingo 20 a la madrugada con 10 toneladas de ayuda salió con la idea original de hacer cuatro vuelos de Polonia a Italia: dos a Roma y otros a Cagliari y Palermo.
Los dos últimos no pudieron completarse porque varios ucranianos desconfiaban de esos destinos finales, sobre todo por la complejidad del idioma y porque Cáritas Italia no podía encontrarles una casa. En esos casos, los refugiados tenían que dormir en conventos.
A pesar de las complicaciones que comenzaron a surgir cuando el equipo solidario de Piñeyro ya estaba en Europa, su comitiva logró completar dos tramos exitosos de Varsovia a Roma. Trasladó más de 230 refugiados ucranianos en cada vuelo en menos de 48hs.
Los ucranianos que dormían en el centro de refugiados más grande de Polonia esperaron durante varios días la posibilidad de subirse al avión solidario de Piñeyro, que contaba con el patrocinio y la ayuda de distintas ONGs.