Bomba y miedo: Mathew Chance, periodista de la CNN en Ucrania, se asustó con una de las explosiones en Kiev e interrumpió su reporte para ponerse un chaleco antibalas en vivo.
El cronista había contado al aire que se encontraba en un lugar seguro hasta que escuchó una bomba cercana y decidió tomar medidas.
Chance había alcanzado a explicar que anoche fue la primera vez en los años que lleva como corresponsal en Kiev que explosiones interrumpen el silencio en la ciudad.
Rusia inició esta madrugada una invasión a Ucrania con bombardeos en todo el país, incluida la capital, e incursiones terrestres en varios puntos del territorio que ya han causado las primeras bajas, varias de ellas civiles.
El inicio de la invasión fue condenado firmemente por gran parte de la comunidad internacional y por el Gobierno de Ucrania, que rompió sus relaciones diplomáticas con Moscú, y prometió defenderse, al tiempo solicitaba ayuda internacional.
Putin declaró en un discurso de madrugada que “he tomado la decisión de una operación militar” y aseguró que no buscaba la “ocupación”, sino “una desmilitarización y una desnazificación” de Ucrania en defensa de los rebeldes prorrusos del este del país.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, anunció una ley marcial en todo el país, pero pidió a la población no entrar en pánico. También urgió a la comunidad internacional a crear una “coalición anti-Putin” para forzar a Moscú a respetar la paz.
En su mensaje televisado, Putin había instado a los soldados ucranianos a deponer las armas y justificó su ataque por el supuesto “genocidio” de la población rusoparlante en el este de Ucrania.
Las reacciones al inicio de la invasión no se hicieron esperar. Biden, que llamó a Zelenski para expresarle su “apoyo”, condenó “el ataque no provocado e injustificado por parte de las fuerzas militares rusas” y aseguró que “el mundo hará responsable a Rusia”.
Fuente: eltrece