La sala II de la Cámara Federal de Bahía Blanca ratificó lo dispuesto por el juez federal Walter López Da Silva, y prohibió al Gobierno Nacional que venda como chatarra el buque Santísima Trinidad.

El 17 de diciembre de 2020 el presidente Alberto Fernández había dispuesto la “Venta como chatarra” del destructor de la Armada Argentina, la nave que lideró el desembarco de las tropas argentinas que recuperaron las Islas Malvinas el 2 de abril de 1982.

El buque “Santísima Trinidad” recobró notoriedad luego de la guerra, cuando en 2013 se hundió en la propia base naval de Puerto Belgrano por falta de presupuesto para su adecuado mantenimiento.

Luego de ese suceso y a pesar de haberse producido su reflotamiento, la Armada Argentina dictaminó que el buque era irrecuperable y que incluso trasladarlo a remolque hasta alta mar para ser hundido con honores era riesgoso pues se podría producir su naufragio en el canal de acceso al puerto comercial de Bahía Blanca bloqueando el tráfico mercante en su totalidad.

Organizaciones relacionadas con la gesta de Malvinas confían en que finalmente el Presidente Alberto Fernández desista de su intención de venta y otorgue la partida presupuestaria necesaria para poner al “Santísima” en valor y transformarlo en un museo malvinero.

El bahiense Jorge Oliver, radicado desde hace 26 años en Córdoba, fue quien presentó un amparo en representación de la agrupación Generación Malvinas, para impedir la enajenación del bien y tuvo resultado favorable.