“No voy a traicionar a Cristina, ni a Máximo, ni a Massa. No voy a traicionar al pueblo que me votó. No me perdonan que haya promovido esta unidad que tanto disfruto”. La frase de Alberto Fernández tiene apenas dos semanas. La dijo el 31 de agosto en un acto de campaña del Frente de Todos en Tecnópolis. Si bien esas palabras nunca parecieron tener un sustento real, la derrota en las elecciones PASO 2021 directamente las hizo polvo. Con el correr de las horas se intensificaron las diferencias y este miércoles, la renuncia de Eduardo “Wado” de Pedro le abrió la puerta a una salida masiva de miembros del Gabinete y funcionarios del Gobierno: fueron 12 en total los que pusieron a disposición sus respectivas dimisiones. Todos nombres cercanos a la vicepresidenta. El Presidente, por ahora, no definió qué hará con las renuncias.
Además del ministro del Interior de la Nación, Martín Soria (ministro de Justicia); Roberto Salvarezza (Ciencia); Tristán Bauer (Cultura); Juan Cabandié (Ambiente); Luana Volnovich (PAMI); Fernanda Raverta (ANSES); Paula Español (secretaria de Comercio Interior); Victoria Donda (INADI); Martín Sabbatella (Presidente de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo); Pablo Ceriani (titular de Aerolíneas Argentinas); y Jaime Percick (viceministro de Educación) anunciaron que abandonaban sus cargos.
La bomba estalló minutos antes de las 14. Voceros de De Pedro dieron a conocer una carta del ministro con la decisión y los motivos que la habían provocado. “Motiva la presente poner a su disposición mi renuncia al cargo de Ministro del Interior de la Nación con el que he sido honrado desde el 10 de diciembre de 2019″, dijo. Y agregó: “Escuchando sus palabras del domingo por la noche donde planteó la necesidad de interpretar el veredicto que ha expresado el pueblo argentino, he considerado que la mejor manera de colaborar con esa tarea es poniendo mi renuncia a su disposición”.
Enseguida se sumaron los otros 11 dirigentes y la maniobra se hizo todavía más visible. Alberto Fernández, mientras tanto, recorría el municipio bonaerense de José C. Paz junto al intendente Mario Ishii.
La noche anterior, Fernández y Cristina Kirchner habían tenido una reunión a solas que se extendió durante más de tres horas. Si bien sus respectivos entornos no revelaron los temas de la charla, es imaginable que el foco estuvo puesto en la derrota electoral y la puja interna entre ambos. Y es evidente que no hubo acuerdos y que la jefa del kirchnerismo se fue insatisfecha.
Es que Cristina Kirchner tenía la intención de hacer cambios en el Gabinete, pero Alberto Fernández rechazó esa posibilidad hasta después de las elecciones de noviembre. La respuesta de la vicepresidenta fue persuadir a sus funcionarios cercanos de que colocaran la renuncia a disposición luego de que el Presidente ya los había ratificado.
En concreto, Cristina había planteado que debían irse algunos ministros, como Martín Guzmán y Santiago Cafiero. Los marcó como responsables de la derrota en las PASO. El Presidente asumió que si el ministro de Economía y su jefe de Gabinete renunciaban, su poder frente a la vice iba a quedar muy debilitado. Y además entiende que todos son responsables, dado que el kirchnerismo perdió en Santa Cruz y en la provincia de Buenos Aires, como también perdieron los candidatos al Senado que La Cámpora postuló en varias provincias.
Cinco horas de reunión en la Casa Rosada
La magnitud de la fractura obligó al Presidente a realizar una reunión de urgencia en la Casa Rosada. El encuentro ocurrió en la oficina de Santiago Cafiero y, además del jefe de Gabinete, participaron Martín Guzmán (ministro de Economía); Sabina Frederic (Seguridad); Claudio Moroni (Trabajo); Carla Vizzotti (Salud); Matías Kulfas (Desarrollo Productivo); Juan Zabaleta (Desarrollo Social); Gabriel Katopodis (Obras Públicas); Felipe Solá (Relaciones Exteriores); Matías Lammens (Turismo); y Cecilia Todesca (vicejefa de Gabinete). También fueron de la partida Vilma Ibarra (secretaria Legal y Técnica de la Nación); Julio Vitobello (secretario de la Presidencia); y Juan Pablo Biondi (comunicación y prensa). Y sorprendió la presencia de Aníbal Fernández, exjefe de Gabinete y actual interventor de Yacimientos Carboníferos Río Turbio.
“Todo mi apoyo a Alberto Fernández, síntesis de la unidad popular para lograr el país que queremos. El Frente de Todos es la garantía para que la voluntad del pueblo expresada en 2019 sea una realidad”, tuiteó Fredericdurante la cumbre. Moroni, otro de los ministros del albertismo, agregó: “Total e incondicional apoyo al Presidente Alberto Fernández por todo lo que representó como la síntesis de lo que votó el pueblo en 2019”.
En medio de los rumores que lo señalaban como reemplazante de Cafiero al frente de la jefatura de Gabinete, Sergio Massa, titular de Diputados, llevó adelante gestiones personales ante el Presidente, Cristina y Máximo Kirchner para intentar calmar las aguas.
Alberto Fernández siguió recibiendo palabras de aliento en el transcurrir del día. Tres gobernadores lo apoyaron: Raúl Jalil (Catamarca); Ricardo Quintela (La Rioja); y Gustavo Bordet (Entre Ríos). También lo hicieron la CGT y Camioneros. El Movimiento Evita convocó a una manifestación en respaldo al mandatario para este jueves. Y se sumó Daniel Scioli, embajador argentino en Brasil.
Los principales referentes de la oposición se llamaron a silencio: Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal y Mauricio Macri no emitieron una sola palabra sobre el cisma en el Gobierno. Sí habló Elisa Carrió. “Es un golpe de Estado”, sintetizó en TN.
A las 21.38, y luego de cinco horas de reunión, Alberto Fernández abandonó la Casa Rosada en helicóptero, un símbolo traumático de la política argentina. Dejó las definiciones para otro momento, mientras domina el suspenso, acechan los fantasmas de una crisis institucional y hay tensión sobre la posible reacción de los mercados ante el conflicto.
Fuente: TN