Casi 40 corderos murieron tras el ataque de un puma, en el campo “La Pepita”, a 100 kilómetros de la localidad rionegrina de Río Colorado. El felino mató a 34 animales e hirió gravemente a otros 5, que luego debieron ser sacrificados, Por el ataque, el productor José Moro perdió 300.000 pesos.
El ganadero damnificado relató el hecho en un video que fue viralizado en las redes sociales: “Mirá con qué sorpresita me levanté esta mañana. Ayer tuve las ovejas encerradas todo el día, porque vi los rastros del puma. No me dejó un cordero, me mató los 34. Se ve que entró al corral el señor. ¡Qué barbaridad!”, se lamentó al llegar al establecimiento en la zona conocida como Meridiano V.
El lugar donde se registró el ataque queda a 150 metros de la casa y los corderos pesaban entre 8 y 15 kilos. Días antes, Moro había visto a una hembra con sus cachorros. Es la primera vez que sufren un ataque de tal magnitud.
Las hembras de los pumas muchas veces suelen enseñarle a sus crías cómo cazar y ni siquiera comen la totalidad de sus presas, sino que se alimentan con algunas de las partes. Incluso, los corderos presentaron heridas en el cuello y uno solo desapareció por completo, tras ser llevado por el felino para su alimentación.
Desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) se solidarizaron con Moro y alertaron que este problema es muy grave paralos productores ovinos de esa región.“Pumas y zorros matan sus majadas y todo el esfuerzo se va en muy poco tiempo. Es un drama que no cesa en todo el sur argentino”, enfatizaron desde la entidad. Asimismo, exigieron acciones coordinadas para controla a estos depredadores “que tanto daño generan”.
Una problemática con distintos abordajes provinciales
Si bien los ataques de los pumas también se han visto en provincias como Buenos Aires o La Pampa, lo cierto es que este inconveniente se agudiza en el sur del país.
De hecho, en Río Negro existe la Ley 763, vigente desde 1972, que incentiva la caza de estos animales silvestres, incluso con recompensas por cada piel de puma o zorro, al considerarlos perjudiciales para la actividad agropecuaria. Si bien se volvió a implementar en 2015, la normativa es repudiada por las asociaciones protectoras de la fauna.
En Chubut, donde se aplica una disposición similar por medio de la Ley Provincial XVII-Nº 52, la Fundación Vida Silvestre presentó, con más de 60 mil firmas, un reclamo ante el gobierno provincial contra la medida. “El incentivo económico para la matanza de animales silvestres nativos demuestra grandes retrocesos en nuestra sociedad y acentúa la preocupación sobre prácticas productivas negativas para el ambiente”, sostuvieron.
Asimismo, la norma chubutense incluye las capacitaciones para colocar adecuadamente trampas para los animales, y otorga incentivos monetarios, que rondan los $5000 por cada piel y cráneo de puma, y los $1000 en el caso de los zorros.
En cambio, en el territorio bonaerense los pumas están considerados dentro de las especies autóctonas. Por lo tanto, su caza está prohibida por el Código Rural y se les imponen multas a quienes violen la norma. No sucede lo mismo con las “especies exóticas” de la provincia, como las liebres.
Desde el área bonaerense de Flora y Fauna organizan reuniones con ganaderos, en las cuales brindan recomendaciones sobre cómo actuar ante la aparición de estos animales y concientizan sobre la importancia que para la naturaleza tiene la preservación de los mismos
Fuente: TN