La pandemia empieza a hacer mella en la campaña de los candidatos rumbo a las elecciones legislativas. Y si no que lo diga Martín Insaurralde, que -como asumió el cruel mundillo tuitero- en su boleta incluyó tres fotos de una misma cara en diferentes estadios de la crisis sanitaria.
Todo nació a partir de una publicación del intendente de Lomas de Zamora. “Creí que era la misma persona antes, durante y después de la pandemia”, reaccionó un tuitero traicionado por un golpe de vista superficial. El problema es que no se trataba de la evolución de una misma persona, sino de una alusión a tres personas distintas: Federico Otermin (precandidato a diputado), el propio Insaurralde (se atribuye la “conducción” del espacio) y Mariano Ortega Soler (precandidato a concejal).
Otermín, actual presidente de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, representaría el antes. Es joven (36 años) y supo usar pelo largo (como Insaurralde en su juventud), aunque hoy sufre signos de caída de cabello. Insaurralde, que el año pasado contrajo el virus y estuvo internado, sería la cara de un estadio más avanzado del problema capilar (y la pandemia). A Ortega Soler, secretario de Salud del municipio de Lomas, esta vez le tocó la parte más incómoda del humor popular.
Cinthia Fernández y un argumento extraño sobre la escasez de segundas dosis de Sputnik V
No es novedad que la segunda dosis de la vacuna rusa es un problema. Cinthia Fernández, que está dando sus primeros pasos en la política, quiso intervenir con una crítica ante la conocida escasez del componente 2 del fármaco ruso. Pero algo salió mal.
“Levante la mano quien cree que #alverso (sic) pone a fabricar la Sputnik V para tapar la cantidad de vacunas que NUNCA LLEGARON!!!”, tuiteó la flamante precandidata a diputada por Unite, el partido que lidera José Luis Espert.
El comentario le valió un aluvión de críticas en las redes sociales. Y Cinthia dilapidó así los buenos resultados que le había dado el intercambio con los seguidores para elegir qué foto debía ilustrar su boleta electoral.
La elección es a cara de perro
El marketing es una herramienta cada vez más utilizada por los políticos. Cristina Kirchner -ya lo dijo- lo detesta. “Con saltito y risita, hermanito y hermanita, no vamos a ninguna parte”, soltó la vicepresidenta días después de que Mauricio Macri publicara un tuit con una enigmática imagen del pelo de Diego Santilli, precandidato a diputado por la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, cada vez más dirigentes apuestan a publicitar su imagen con técnicas novedosas y -en algunos casos- llamativas. Ricardo López Murphy es uno de ellos.
Pese a haber abandonado el bigote que fue su sello distintivo durante varios años, su apodo –”Bulldog”– resistió al paso del tiempo. En estos días, el exministro de Defensa y Economía encontró una forma de capitalizarlo.
Victoria Hipólita es una “bulldog republicana”: así se presenta ella misma en su cuenta de Instagram. Y está en campaña: ya empezó a recorrer las calles de Buenos Aires junto a los vecinos. El partido que la cobija es Republicanos Unidos, del que también forman parte Roberto García Moritán -marido de la modelo Carolina “Pampita” Ardohain; la científica Sandra Pitta; el especialista aerocomercial Franco Rinaldi; y el dirigente Yamil Santoro, el verdadero dueño de la perra.
Tal vez sensible a la experiencia de Alberto Fernández con Dylan, López Murphy no solo tomó prestada a la bulldog, sino que la bautizó con otro nombre: Hipólita, que no es más que el femenino del segundo nombre del economista.
“Por alguna extraña razón, Victoria Hipólita me encuentra atractivo”, arriesgó el líder de Republicanos Unidos en una entrevista con María O’Donnell en Urbana Play. Es recíproco y es evidente: López Murphy también encuentra atractiva a la bulldog.
Fuente: TN