Una pequeña casa del Monte Terrabusi en Mar del Plata fue el escenario de una noche de terror después de que un hombre con esquizofrenia tuviera una crisis y su mamá pidiera asistencia de una ambulancia. Hubo un enfrentamiento con la policía y todo terminó con cinco personas heridas con balas de goma.
Mientras sigue la conmoción por la situación del cantante Santiago “Chano” Moreno Charpentier, que lucha por su vida tras recibir un disparo de arma de fuego de parte de un policía que quiso reducirlo mientras sufría un brote psicótico, una escena similar se desató durante la madrugada del martes en la localidad balnearia cuando el hombre, que sufre alteraciones mentales, empezó a amenazar a toda su familia con un cuchillo tras enterarse de que planeaban internarlo en una institución psiquiátrica.
“Cuando puedo, le compro las pastillas y se las metemos en un vaso de gaseosa, pero todo es muy difícil para nosotros”, contó en las últimas horas María Luisa Torres, la madre, al portal 0223. Si bien trató de calmarlo, como cada vez que padecía una crisis, cuando se dio cuenta que esta vez no podía controlarlo no encontró otra opción que llamar a la policía para pedir que enviaran una ambulancia.
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Pero el desenlace del conflicto acabó muy lejos de lo esperado ya que el hombre, que según el relato de su mamá no recibe atención profesional desde que arrancó la pandemia de coronavirus, se asustó ante la presencia policial, escapó del lugar y como no desistía de su actitud tuvieron que reducirlo a los tiros. En tanto, un grupo de vecinos se negó a la intervención de la policía y comenzó a insultar y a arrojar piedras hacia los patrulleros y los efectivos.
Además de los móviles dañados, en total fueron cinco los heridos, entre ellos la hermana del hombre alterado y su mamá, que terminó con parte de su mano mutilada en medio de los incidentes ocurridos en los alrededores de las calles 443 y 62.
En diálogo con el mismo medio, Oscar Aguirre, otro hermano del paciente, cuestionó el accionar de la policía y explicó: “Aparecieron 15 patrulleros, como si fuéramos narcotraficantes y empezaron a disparar”. De acuerdo a su testimonio, cuando terminó el enfrentamiento juntó al menos 15 cartuchos de postas de gomas alrededor de la casa de su mamá.
“Mi hijo necesita ayuda de un médico, no que le disparen”, lamentó María Luisa, que perdió parte del dedo mayor de su mano derecha. “Trabajé toda mi vida en huertas, estoy jubilada y ahora, con la mano así, no puedo hacer nada”, advirtió.
Según se desprende de la investigación, la familia del hombre ya había denunciado varios episodios de este tipo en los últimos meses y, tras la autorización del Juzgado de Familia 5 de Mar del Plata, se iba a llevar a cabo su traslado a un centro de salud psiquiátrico.
En el hecho intervino personal de la comisaría 13, el fiscal de Flagrancia Gastón de Marco y el fiscal de turno Alejandro Pellegrinelli.
Fuente: TN
