Aun con la tensión en el tipo de cambio paralelo, la autoridad monetaria sigue de compras en el mercado oficial. Esta semana, sus arcas pasaron los US$43.000 millones. Las razones detrás de ese fenómeno.
Desde fines de junio y en lo que va de este mes, el dólar blue volvió al centro de la escena, con una escalada que lo llevó a superar los $180 esta semana. La brecha con la cotización oficial se amplió y ya roza el 90%, un valor que no deja tranquilo al ministro de Economía, Martín Guzmán, que hasta hace pocas semanas resaltaba que esa distancia se había reducido hasta la zona del 60%.
El Banco Central (BCRA) sigue de cerca a la brecha cambiaria y busca controlarla con intervenciones en el contado con liquidación y regulaciones que aprietan el cepo al dólar. Mientras tanto, aprovecha los ingresos de divisas del campo para seguir comprando billetes estadounidenses, ya que los necesitará en los próximos meses.
La entidad, que conduce Miguel Pesce, adquirió más de US$1000 millones en julio y superó así las marcas de todo junio (cuando se llevó US$727 millones), pero también las de enero y febrero pasado.
Con esas operaciones, las reservas del BCRA superaron los US$43.000 millones por primera vez en once meses aún cuando la entidad usa parte de esos dólares para intervenir en la brecha con el tipo de cambio financiero.
Según cálculos de la consultora LCG, las reservas netas (es decir, los dólares constantes y sonantes que hay en el BCRA) también se recuperaron y se acercan a los US$9000 millones, mientras las reservas brutas sumaron unos US$3600 millones desde fines de diciembre. Las compras oficiales tienen tres argumentos fundamentales:
Hasta fin de año, el Gobierno no estará holgado en materia cambiaria porque la estacionalidad de la cosecha declina y entran menos dólares del agro. “La liquidación del grueso de la cosecha y los altos precios internacionales permitieron al BCRA acumular reservas de forma neta durante 5 meses, proveyendo de aire para un segundo semestre que se mostrará más desafiante en términos de estabilidad de los tipos de cambio”, advirtió LCG.
En la misma línea, desde Quantum Finanzas recordaron: “La dinámica cambiaria del primer semestre del año estuvo caracterizada por una oferta neta de divisas en el mercado oficial y una demanda neta en el libre y contado con liquidación, en el contexto de caída de la demanda de dinero. Para controlarlo, el BCRA apeló a las restricciones preexistentes e intervino directamente en el mercado, perdiendo reservas”.
Y añadieron: “El balance fue un escenario relativamente tranquilo, jugando a favor un tipo de cambio depreciado, la estacionalidad en la oferta neta de divisas y el control monetario. En el segundo semestre, estos elementos ya no jugarán a favor, lo cual llevó a las recientes modificaciones en el marco normativo”.
La renovada tensión cambiaria -que ya se está viendo en las últimas semanas- va a requerir que el Central gaste más dólares en tratar de contener la suba del contado con liquidación, cuya demanda empuja aún con las restricciones.
Finalmente, es probable el Gobierno use parte de los dólares que el BCRA compró en los últimos meses para hacer pagos de deuda. A fin de este mes, hará el primer giro al Club de París y, de no acordar con el FMI, necesitará otros US$4500 millones para cumplir con ese multilateral en lo que resta del año.
Con todo, Guzmán y Pesce se ilusionan con que la llegada de los Derechos Especiales de Giro del FMI fortalezcan la posición de las reservas y otorguen algo de aire para seguir negociando con los organismos internacionales.
Fuente: TN
Esta entrada ha sido publicada el 22 de julio, 2021 07:28
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