A través de las redes sociales, invitan a aquellas personas que fueron víctimas de violencia a contar sus historias. “Somos sobrevivientes”, afirman.
#YoMaricón es el movimiento que crearon los españoles Marco Laborda, David Velduque y Guillermo Vázquez para visibilizar la violencia contra la comunidad LGBT+ y entender cómo el homoodio y los mandatos sociales impacta en las infancias y adolescencias.Surgió tras el brutal asesinato de Samuel Luiz, el joven de 24 años que fue molido a golpes por una patota a la salida de un boliche, en La Coruña.
“Hace tiempo, yo también fui víctima. Víctima del odio. Y ya no voy a callar. Es hora de hablar”, comenzó contando Laborda, artista visual, en su cuenta de Instagram junto a una foto donde se lo ve de pequeño. Allí explica que empezaron a llamarlo “maricón” cuando tenía apenas cinco años y no comprendía su significado. Así fue como presentó esta iniciativa, alentando a los demás a postear una foto de la época en la que sufrieron violencia junto al hashtag “yo maricón”. Además, en sus historias publicó la misma imagen rememorando momentos en los que fue violentado durante esa etapa, como “cuando los profesores miraban hacia otro lado cuando me agredían” o “cuando vomitaba del terror a ir al colegio”, entre tantos otros malos recuerdos.
Por otro lado, Velduque también publicó una foto de su infancia y relató: “Me construí como persona rodeado de insultos, risas, burlas, agresiones, miradas de desprecio y de silencio. Mucho silencio. Porque me hicieron entender que lo que yo era no merecía ser celebrado, querido. Por eso preferí quedarme en casa jugando solo antes que salir con los vecinos del barrio, por si me insultaban. Mi mundo lo controlaba yo. El suyo estaba lleno de agresiones”.
Respecto a la repercusión que está teniendo la campaña, el director de cine resaltó en otro posteo: “Hay mucha gente que muestra su tristeza por lo que estamos compartiendo. Incluso a mucha gente le incomoda que lo hagamos. Pero ahí está el verdadero valor de esta catarsis, que está obligando a que cada uno piense cómo se posicionó, qué es lo que hizo, en los años en los que todos nos construíamos como personas. Y eso está despertando una reflexión muy necesaria”.
El artista gráfico Guillermo Vázquez, otro impulsor de esta iniciativa, se recuerda también niño cuando comenzó a recibir agresiones. “Tenía 7 años. Estábamos en el recreo y como yo no jugaba al fútbol estaba jugando con algunas niñas de clase, comiendo el bocadillo, etc. M.M. se acercó riéndose y diciendo que debería llevar falda como las niñas, porque yo no tenía nada debajo del pantalón. Después, se acercó, me agarró y me bajó los pantalones allí, a la fuerza, delante de todo el colegio. Me aguanté las lágrimas, me senté en el otro extremo del patio y esperé a que volviéramos a clase”, escribió junto a su foto de pequeño.
Son cada vez más las personas que, mediante este hashtag, se están animando a contar sus historias y visibilizar su dolor, hartas de la violencia normalizada y silenciada hacia la comunidad LGBT+. A través de los diferentes publicaciones se puede observar un factor común entre la mayoría: muchos recuerdan su infancia como la época en la que fueron víctimas del homoodio.
En conversación con Vogue España, Marco remarcó: “Cada historia, cada foto, representa una vida con la que debemos empatizar. También creo que durante estos días hemos tomado conciencia de que, en el colectivo, todas las víctimas somos, en realidad, supervivientes. Y lo somos porque hay muchas que no lo lograron, que no pudieron soportarlo. Por ellas y por todas aquellas personas que siguen sufriendo LGTBIfobia en el mundo debemos visibilizar y validar nuestras vivencias”.
El joven, de padre brasileño y nacido en Brasil, fue golpeado en la calle por una “jauría humana” a lo largo de 200 metros en los exteriores de una discoteca de La Coruña. Fue cerca de las 3 de la madrugada del sábado 3 de julio.
Cuando llegaron los servicios de emergencias médicas, ya no pudieron reanimarlo. De acuerdo con los primeros elementos de la autopsia, murió por un traumatismo craneoencefálico grave causado por una patada en la cabeza.
Su círculo más cercano asegura que los agresores actuaron por pura homofobia y lo agredieron a gritos de “maricón”.
El crimen desató una ola de indignación en España y suscitó manifestaciones de repulsa en Madrid, Barcelona y La Coruña, justo cuando se acababa de celebrar la semana del Orgullo LGTB.
Fuente: TN
Esta entrada ha sido publicada el 20 de julio, 2021 07:58
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