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Qué son las Escuelas de Alternancia y cómo se puede aportar a sus proyectos

Centros Educativos para la Producción Total (CEPT), de la provincia de Buenos Aires, dedicados a la educación secundaria rural con un método original y exitoso, solicitan libros para sus alumnos y para la zona de influencia en la cual trabajan

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El aislamiento impuesto por la pandemia también ha golpeado a estas escuelas que, por el ámbito rural y semirural en el que trabajan, deben lidiar en condiciones adversas con la desarticulación educativa.

No hace falta describir los problemas de conectividad que existen en las zonas rurales. La presencialidad es muy difícil ya que en los CEPT los alumnos permanecen durante una semana entera, en la misma escuela, conviviendo las 24 horas con sus compañeros y con los profesores. Por eso los libros se han vuelto más importantes aun ya que contribuyen a sostener la conexión con el saber en este difícil contexto.

Alegría en el reparto de libros en Ireneo Portela. María Inés y Laura son las docentes del CEPT 17 que hacen la recorrida

El sistema de alternancia en la educación rural es un método creado en Francia en la década de 1930, como una solución a las dificultades que el entorno impone a las familias del campo para enviar a sus hijos a la escuela. Los alumnos permanecen una semana completa en el colegio (conviviendo y pernoctando) y dos semanas en sus hogares, donde son visitados por los docentes para un seguimiento de los trabajos educativos pero también, y esto es muy interesante, de las necesidades familiares, costumbres, prácticas productivas y proyectos.

Actividades prácticas y productivas en los CEPT

De este modo, cada joven pasa un tercio del tiempo en el ámbito educativo, lo que limita la logística necesaria y los costos operativos pues sólo debe trasladarse una vez cada 21 días de la casa a la escuela, sin desmedro de la calidad del aprendizaje. “Así se articulan con total naturalidad los contenidos teóricos con los prácticos que se ejercitan en los lugares donde viven con sus familias”, dijo Oscar Dinova, docente rural jubilado, autor del libro Escuelas de Alternancia, un proyecto de vida (Geema-1997 Biblioteca del Docente), e impulsor de una campaña para promover la donación de material bibliográfico para las dos instituciones en las cuales desarrolló su carrera de profesor. Se trata del CEPT n°2 de San Andrés de Giles y del CEPT n° 17 de Ireneo Portela, partido de Baradero.

Un alumno del CEPT 17, de Ireneo Portela, muestra el libro que acaba de recibir

“La idea de las Escuelas de Alternancia -explicó Dinova- fue proveer, para las familias de las comarcas rurales, un ámbito donde sus hijos pudieran proseguir estudios post primarios, capacitarse para nuevos desafíos productivos, pero además tener un lugar donde poder formarse como personas y líderes de su comunidad”. “La convivencia en esa semana presencial contribuye a la maduración del joven, tanto en toma de decisiones como de responsabilidades”, agregó.

Dinova señaló también que el estudiante está siempre acompañado por sus docentes y que la institución es conducida por un Consejo de Administración de padres, también con acompañamiento de los profesores.

Alumnas del CEPT n°17

Dinova, que se formó como licenciado en Historia en Francia, explica que los CEPT abarcan una amplia zona de influencia, formada por varios partidos, pueblos, parajes y por supuesto las escuelas primarias rurales de donde surge su matrícula. Con estas comunidades, desarrollan un sinnúmero de proyectos entre los cuales se encuentran las campañas de lectura y las bibliotecas rurales descentralizadas.

De allí el pedido de donación de libros para sostener y ampliar este tipo de iniciativas. Pueden ser textos de cultura general o de lectura, diccionarios, manuales generales y de producción agropecuaria en todos sus rubros (agricultura, ganadería, maquinaria rural, huerta, granja, gestión agropecuaria, por citar algunos ejemplos). Y de todos los niveles, desde el jardín maternal hasta la secundaria, ya que los CEPT operan como difusores de material, descentralizando en su amplia zona territorial de influencia, para beneficio de sus propios alumnos, así como los de las escuelas primarias del área, los vecinos, productores, etc.

Alumnos del CEPT n°17

“En algunos casos vendrán a consolidar iniciativas de lectura, en otras, acompañarán la curiosidad de jóvenes y adultos que están lejos de los centros urbanos y para los cuales las escuelas representan la presencia del Estado argentino”, dice Dinova.

El CEPT n°2, de San Andrés de Giles, tiene 128 alumnos, hijos de pequeños productores o empleados rurales del distrito y de distritos vecinos: Mercedes, Suipacha, Chacabuco, Carmen de Areco, San Antonio de Areco, Exaltación de la Cruz y Luján. El radio de influencia de la escuela es de unos 100 kilómetros.

En las escuelas de alternancia, los alumnos permanecen una semana completa en el lugar y luego vuelven a sus casas por 15 días, con un sistema de acompañamiento de los docentes

“Ellos desayunan, almuerzan, meriendan, cenan, realizan actividades productivas, recreativas y sobre todo de convivencia en la escuela. Luego desde sus hogares, se da el espacio de aprendizaje junto a la familia y a la realidad de cada uno de ellos, en el aprender haciendo, con la visita y acompañamiento de una dupla docente”, explicó la directora del establecimiento, Elba Wasinger.

En los CETP los chicos aprenden técnicas que luego pueden aplicar en la economía familiar

“En todos los casos -precisó Wasinger- las familias viven en contextos rurales y algunos a muchos kilómetros del medio urbano, en caminos de tierra, con baja conectividad y señal, lo que hace que tengamos una participación desde lo institucional curricular en visitas a sus hogares para trabajar no solo contenidos pedagógicos sino también productivos y sociales”.

Dadas las características del ámbito en el cual actúa -distancia, diversidad de origen de la matrícula, etc- el CEPT debe articular con una gran cantidad de escuelas primarias rurales con las cuales trabaja desde el sexto grado, antes del ingreso del alumno a secundaria, explica la directora. En total son 14 las escuelas rurales del distrito involucradas.

Aprendiendo a alambrar un campo

En el Centro se llevan adelante producciones intensivas de autoconsumo, vegetales y animales, “para que los estudiantes aprendan desde la práctica y puedan trasladar técnicas a sus hogares, aplicables a los proyectos familiares”, cuenta Wasinger.

Producciones intensivas de autoconsumo, vegetales y animales

Durante el paso de un estudiante por el CEPT, “se promueve la lectura y escritura”, dice la directora. Y agrega: “Contamos con proyectos productivos comunitarios; una sala de incubación, un proyecto de sala de faena, una sala de extracción de miel y una feria para emprendedores y productores familiares”.

En la vieja estación de tren de Ireneo Portela (Baradero), nació en 1999 el Centro Educativo para la Producción Total n° 17. Actualmente, la escuela está en un edificio construido en el centro del pueblo, mientras que la estación de ferrocarril ha sido convertida en Museo Histórico Rural.

El CEPT n° 17 de Ireneo Portela se inició en una vieja estación de tren y ahora funciona en estas instalaciones

“La dinámica de estudios es similar a la de los demás CEPT de la Provincia, con un período presencial del joven de una semana en Ireneo Portela y dos semanas en el predio rural donde vive”, explican sus autoridades, Fernando Ale, director, y Nadia Gómez, presidenta del Consejo de Administración.

El radio de influencia del CEPT 17 abarca varios pueblos y parajes rurales de Baradero -Alsina, Sta. Coloma, Ireneo Portela, La Tortuga, La Media Vela, El Torito, El Triángulo, La Paloma-; de San Antonio de Areco -Villa Lía y Duggan-, de San Pedro -Ingeniero Monetta, Pueblo Doyle, Santa Lucía, Gob. Castro, Tabla, El Descanso, Río Tala, El Espinillo, La Buena Moza, Parajes Beladrich y Basso-, de Arrecifes -Cañada Marta, La Delia, Arroyo de Luna-, de Capitán Sarmiento y de Ramallo -paraje rural El Paraíso-.

En esta importante área de influencia, el CEPT se vincula con más de 27 escuelas primarias rurales de las que surgen sus futuros alumnos y con las cuales desarrolla proyectos de desarrollo local, dicen Ale y Gómez, y citan los de perfil productivo, como El camino de la lana, Capacitaciones Productivas -Huertas, Granjas, Viveros y Lombricompuesto, entre otras-, los proyectos culturales, como la participación activa en Museo histórico rural, campañas de Lectura, diario “El Portelito”, etc;. los comunitario-recreativos: Fiestas del Pastel, Guiso Carrero, Tradición, etcétera.

Este CEPT tiene 126 alumnos, 56 varones y 70 mujeres, provenientes de toda el área de influencia.

De los 126 alumnos del CEPT n°17, 70 son mujeres

“Es importante tener en cuenta que cada alumno es una familia con la que se trabaja, además de los actores –patrones, capataces, colegas, empleados- de su entorno directo, el campo o la estancia donde vive, y por supuesto su escuela primaria de origen, ámbito al que recurre para realizar tareas, consultar bibliografía o desarrollar alguno de los proyectos ya mencionados”, señalan los directivos del CEPT.

Por lo tanto, además de la matrícula estrictamente formal, están los vecinos, productores y maestros que son invitados a sumarse a proyectos e iniciativas de diverso perfil, tanto individual como institucionalmente; por ejemplo, Federación Agraria, Uatre, cooperativas.

Dos vecinos visitados por profesores del CEPT n°2 miran con atención los libros recibidos

“La llegada de libros sería bienvenida para intensificar las campañas de lecturas y consolidar las bibliotecas comunitarias descentralizadas que tienen su epicentro en el CEPT y con impacto en toda el área de implicancia”, dicen Ale y Gómez.

Contacto: Oscar Dinova, docente y escritor Mercedes (Bs. As)

odinova@speedy.com.ar / 2324-15581983

Para visitar el CEPT 2, el domicilio es Acceso Cámpora y Ruta 41, San Andrés de Giles.

Ambos CEPT cuentan con página de Facebook

Fuente: infobae

Esta entrada ha sido publicada el 6 de julio, 2021 10:25

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