Se vanagloriaba de haber sido detenido 21 veces en 11 países distintos. “Soy un loco porque no sigo las reglas normales”, le gustaba afirmar. Murió solo en una celda.
Prófugo de la justicia, acusado de asesinato y estafa, excéntrico, millonario, peleador, drogadicto, bebedor, aventurero, paranoico y fascinado por los ladrones y las prostitutas. La vida de John McAfee, el empresario británico-estadounidense del software encontrado muerto este miércoles en su celda de una prisión de Barcelona, tuvo una vida digna de una película de Hollywood.
McAfee, que vendió su empresa homónima McAfee Associates en la década del 90 y cuyo nombre es sinónimo de antivirus en el mundo informático, murió a los 75 años arropado por un personaje histriónico que supo construir a lo largo de los últimos 30 años. La muerte le llegó cuando esperada ser extraditado a Estados Unidos donde había sido acusado de evasión fiscal.
El empresario estaba detenido en España desde octubre del año pasado. “Soy un loco para algunas personas porque no sigo las reglas normales”, resumió McAfee su vida a la ABC en 2017.
Las locuras a las que hacía referencia no eran pocas y muchas veces lo metieron en serios problemas con la justicia en varios países del mundo, como cuando lo acusaron de asesinato en Belice y huyó del país centroamericano cruzando ilegalmente a Guatemala. Finalmente fue detenido en Estados Unidos. A lo largo de su vida, llegó a contar con cierto orgullo que había sido detenido 21 veces en 11 países distintos por delitos como portación de armas, tráfico de drogas, evasión fiscal y fraude de valores.
John David McAfee nació en 1945 en una base del ejército estadounidense en Gloucestershire, Inglaterra. ¿El motivo? Su padre era soldado norteamericano. Su madre, británica, era cajera de banco. Fue hijo único.
A los dos años la familia se mudó a Virginia, Estados Unidos. Su padre, a quien McAfee definió como un ebrio abusivo, se suicidó cuando él tenía 15 años.
Cuando terminó la enseñanza media, comenzó a estudiar matemáticas y, tras recibirse en el Roanoke College en 1967, se dedicó a la programación, Pronto consiguió empleo en la NASA y trabajó en Xerox en diseño y operaciones de software, hasta que llegó a Silicon Valley. Allí, en los años 80, fundó su empresa en su propia casa y se hizo conocido en el mundo por crear el antivirus que lleva su nombre y que llegó a controlar el 70% del mercado mundial.
Entonces vendió la empresa en unos 100 millones de dólares. A partir de allí comenzó una vida errática, que lo llevó a deambular por varios países, como el caso de Belice, donde se radicó en 2008. Cuatro años después fue acusado de asesinar a balazos a su vecino estadounidense, Gregory Faull, a quien había acusado de envenenar a sus perros. Incluso, las autoridades lo acusaron de narco.
Entonces huyó a Guatemala cruzando ilegalmente la frontera. Pero fue detenido. Para evitar ser extraditado fingió un ataque al corazón y por ello fue deportado a Estados Unidos. La saga sobre el caso McAfee acaparó los titulares de la prensa internacional en 2012. Pero jamás fue acusado formalmente de asesinato.
Sin embargo, en marzo de 2019, un tribunal de Florida le ordenó pagar 25 millones de dólares en una demanda por homicidio culposo presentada por los herederos de Faull. McAfee, fuel a su estilo, anunció que no pagaría un centavo.
A lo largo de su vida, McAfee alardeó de haber mantenido una promiscua vida sexual y se declaró fascinada por el mundo de la prostitución y la delincuencia.
“Las prostitutas, los ladrones, por alguna razón siempre me han fascinado”, llegó a decir a la revista Wired en 2013. Incluso, se llegó a afirmar que a su última esposa, Janice Dyson, la conoció tras contratarla para una noche de sexo.
Pero además se vanagloriaba de no pagar impuestos y coqueteó con la política cuando fue nominado candidato a la presidencia por el minúsculo Partido Libertario tres años después.
Pero los problemas con la justicia lo persiguieron siempre. Fue acusado en Tennessee de ocultar propiedades y activos. Enseguida el empresario escapó rumbo al Caribe. En República Dominicana fue detenido por portar armas de grueso calibre. Entonces viajó a Inglaterra y luego a España, donde finalmente fue detenido a la espera de su extradición pedida por Estados Unidos.
En los últimos años se reconvirtió como experto en criptomonedas. Pero en marzo de 2021, los fiscales federales del Distrito Sur de Nueva York lo acusaron de montar una estafa contra un grupo de inversores de la moneda digital.
La acusación era contundente: los fiscales dijeron que McAffe había adquirido grandes cantidades de criptomonedas y las había promocionado en su cuenta de Twitter con mensajes engañosos para aumentar su valor. En síntesis, ganó 23 millones de dólares con esta artimaña.
McAffe se defendió: “Soy la única persona en el campo de las criptomonedas que ha divulgado abiertamente las escandalosas cantidades de dinero que cobran los promotores de criptomonedas”, dijo.
En los últimos tiempos lucía desatado. Tomaba cocaína y bebía una botella de whisky por día en su trabajo, según admitió. Más tarde ingresó a Alcohólicos Anónimos.
“Vivo una vida emocionante. Es demasiado excitante, a veces. Pero eso ocurre si vives al límite, cosa que me gusta hacer porque ahí es donde se hacen la mayoría de los descubrimientos. Soy una persona curiosa, pero a veces me caigo. Como en Belice, que fui demasiado lejos. Pero esta es mi vida. Es una historia real, y hay más de lo que el mundo sabe”, dijo una vez para definir su escandaloso estilo de vida.
A los 75 años su genio se apagó para siempre.
Fuente: TN
Esta entrada ha sido publicada el 24 de junio, 2021 08:43
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