Conmoción en Santa Cruz. La madre de la víctima se encontraba de viaje cuidando a su padre enfermo.
Un macabro crimen quebró el domingo por la tarde la tranquilidad en la ciudad de Gobernador Gregores, en Santa Cruz. Alexis Saiz, un hombre que trabajaba como minero y capataz de una estancia, mató a su hijo de 13 años y después se quitó la vida de un balazo en la cabeza en el campo. La Justicia no descarta que se trate de un femicidio vinculado.
“¿Gorda, podés pegarte una vuelta por casa? El nene no me atiende los mensajes y me preocupé”, fue el mensaje que le envió a una amiga la madre del menor asesinado. La mujer había viajado este fin de semana a la vecina localidad de Comandante Piedra Buena por problemas de salud de su padre, y no conseguía comunicarse con su hijo.
La amiga hizo lo que ella le pedía sin imaginar siquiera la sangrienta escena que la esperaba en el domicilio de la calle la calle Antonio Fernández al 1100, pero no tardó mucho en descubrirlo. Apenas al llegar se topó con un desorden inusual. Después, siguió con espanto las manchas de sangre y encontró al chico en su habitación. Ya estaba muerto.
En pocos minutos la zona fue invadida por móviles del Comando Radioeléctrico y de la Comisaría Primera y se abrió una causa, que quedó en manos de la jueza Noelia Ursino. Pero recién media hora después tuvieron la primera noticia de Alexis, el padre de la víctima, que hasta ese momento estaba desaparecido.
El dato lo aportó la esposa de un hombre que trabaja en la estancia María Rosa. “Él me llamó y me dijo que cerca de las cinco de la tarde encontró a Alexis Saiz, su capataz, muerto, no me dijo nada más”, aseguró la mujer a los efectivos, sin saber la dramática historia que había detrás de su muerte.
En medio de la conmoción y sin descartar todavía ninguna hipótesis, fuentes cercanas a la investigación indicaron al portal La Opinión Austral que la teoría más fuerte apunta a un femicidio vinculado. Es decir, creen que Saiz mató a su hijo para hacerle daño a su mujer.
¿Qué es un femicidio vinculado?
Según explican desde la Asociación Civil La Casa del Encuentro, el término se desarrolló partiendo del análisis de las acciones del femicida, para consumar su fin: matar, castigar o destruir psíquicamente a la mujer sobre la cual ejerce la dominación.
En esta definición se registran dos categorías:
Personas que fueron asesinadas por el femicida, al intentar impedir el Femicidio o que quedaron atrapadas “en la línea de fuego”.
Personas con vínculo familiar o afectivo con la mujer, que fueron asesinadas por el femicida con el objeto de castigar y destruir psíquicamente a la mujer a quien consideran de su propiedad.
Fuente: TN