El ejército israelí dijo que atacó “130 objetivos militares” en represalia por el disparo de cohetes por el movimiento Hamás. Entre las víctimas palestinas, hay varios niños.
Al menos 24 palestinos, nueve de ellos niños, murieron en la noche del lunes en bombardeos israelíes en Gaza que respondían a los cohetes lanzados por movimientos armados palestinos, en una escalada de tensión provocada por una ola de violencia en Jerusalén Este.
Otras 106 personas resultaron heridas en la Franja de Gaza, el enclave palestino controlado por el movimiento islamista Hamás, indicaron las autoridades sanitarias locales. Por su parte, la Yihad Islámica, el segundo grupo islamista armado de la Franja de Gaza, anunció el martes la muerte de dos de sus comandantes en los ataques israelíes contra el enclave.
Desde el lunes, militantes palestinos lanzaron más de 200 cohetes hacia Israel. El sistema antimisiles iraelí Cúpula de Hierro interceptó más del 90%, indicó el vocero del ejército Jonathan Conricus. Al menos seis israelíes resultaron heridos.
Israel respondió al lanzamiento de cohetes con 130 ataques de aviones de combate y helicópteros contra “objetivos militares” en el enclave palestino, que mataron a 15 comandantes de Hamás y del grupo Yihad Islámica, dijo Conricus a la prensa. Entre los lugares atacados, figuran la casa de un alto comandante de Hamás, una sede de inteligencia, dos túneles de ataque y sitios de producción, de almacenamiento de cohetes y de manufactura de armas, informó The Times of Israel.
El martes se lanzaron más cohetes desde el enclave palestino mientras el brazo armado de las brigadas Qassam, afiliadas a Hamás, juró que convertiría la ciudad israelí de Ashkelon en “un infierno”.
Las tensiones de los últimos días en Jerusalén se convirtieron en los peores disturbios en la ciudad desde 2017.
El pasado viernes, el último del Ramadán, hubo choques entre la policía antidisturbios israelí y los fieles palestinos en la Explanada de las Mezquitas, donde está la mezquita Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado del islam. Desde entonces, los disturbios nocturnos en Jerusalén Este dejaron al menos 520 palestinos heridos desde el lunes, incluidos más de 200 que fueron hospitalizados, cinco de ellos en estado crítico. La policía israelí informó de 32 heridos en sus filas.
Preocupación de la ONU
La Organización de las Naciones Unidas dijo el martes estar “profundamente preocupada” y condenó “cualquier incitación a la violencia”.
“Condenamos cualquier acto de violencia y cualquier incitación a la violencia, así como las divisiones étnicas y provocaciones”, dijo el vocero del organismo Rupert Colville, a los periodistas en Ginebra.
Egipto y Qatar, que mediaron en anteriores conflictos entre Israel y Hamás, estaban intentando calmar las tensiones.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, condenó por su parte los ataques con cohetes de Hamás, afirmando que “deben detenerse de inmediato”.
Hamás lanzó el lunes un ultimátum a Israel para que retire todas sus fuerzas de la Explanada de las Mezquitas y del distrito de Sheij Jarrah, en Jerusalén Este, donde los próximos desalojos de familias palestinas están provocando protestas.
El lunes, las sirenas sonaron en todo Jerusalén justo después de las 18, la hora límite fijada por el ultimátum de Hamás, y empezaron a lanzarse cohetes, mientras los habitantes de Jerusalén, incluidos los diputados de la Knéset, huían a los búnkeres por primera vez desde el conflicto de Gaza de 2014.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo que Hamás había “cruzado una línea roja” al apuntar hacia Jerusalén.
Las brigadas Qassam dijeron que los ataques con cohetes son una respuesta a las acciones israelíes en Sheij Jarrah y alrededor de la mezquita de Al Aqsa.
“Este es un mensaje que el enemigo debe entender bien: si responden, responderemos, y si escalan, escalaremos”, afirmaron.
Fuente: TN