Por medio de un “acuerdo de reparación” avalado por la Justicia, un productor agropecuario debe depositar una suma mensual de 4.000 pesos, ajustable cada seis meses.
Un cazador de La Pampa deberá pagar una “cuota alimentaria” de por vida a una puma que mutiló. En el momento en el que la puma fue hallada, estaba agotada porque hacía horas que saltaba de un lado a otro, buscando la forma de escapar. Antes de esto, una de sus patas delanteras había quedado aprisionada y triturada por los feroces dientes de una trampa “de oso” o “leonera”.
Esta hembra de puma, llamada Unelén (que significa “la primera de su tipo“, en lengua mapuche), tiene unos tres años y fue hallada gravemente herida.
Un grupo de brigadistas del Parque Nacional Lihué Calel de La Pampa descubrieron a la felina en el momento en el que se encontraba presa de un cepo que colgaba de un alambre colindante entre el predio del parque y los campos vecinos. Ya ellos la conocían y la habían visto varias veces por las cámaras del espacio protegidos de 32.500 hectáreas.
En la actualidad, esta puma se encuentra en período de recuperación en una reserva de fauna de Córdoba.
Ante esto, se ha sentado un precedente, ya que por primera vez se falló en un caso de violencia en perjuicio de un animal de la fauna silvestre (delito penal en Argentina, tipificado en la Ley 22.421), y se obtuvo un resarcimiento económico.
Por medio de un “acuerdo de reparación” avalado por la Justicia, el productor agropecuario Sergio Neubauer debe depositar una suma mensual de 4.000 pesos, ajustable cada seis meses. Este monto ayudará a cubrir los gastos en alimentación del animal, al tiempo que también deberá aportar material de concientización y educación ambiental.
En su defensa, el productor afirmó que la trampa tenía como finalidad la captura de un jabalí, cuya caza está liberada para así poder preservar el ganado vacuno. A pesar de que su uso está prohibido, afirman que este tipo de trampas se pueden conseguir en cualquier ferretería.
Fuente: eltrecetv