La emotiva escena fue registrada por las cámaras de seguridad del negocio ubicado en San Rafael Mendoza. “Me quedé con el corazón lleno porque se fue contento”, contó el dueño del comercio al portal de periodismo ciudadano.
La librería funciona hace más de 30 años en la zona céntrica de San Rafael, Mendoza, pero la mañana del jueves no fue una más. Un chico entró el negocio a pedir lápices de colores y un cuaderno para ir a la escuela y se fue con las manos llenas de útiles y mucho amor.
El nene de unos 11 años, abrió la puerta del comercio ubicado en la avenida del Libertador al 200 y del otro lado del mostrador estaba Mauricio que se convirtió en su ángel guardián. “Me sorprendió porque estaba solo. Se acercó y me dijo si le podía dar un cuaderno y lápices de colores porque tenía que ir a la escuela. La escena me dio ternura y me conmovió tanto que no sólo le di lo que me pidió sino que le pregunté qué más necesitaba”, recordó emocionado en TN y La Gente.
Este hombre de 48 años y padre de tres hijos, reconoce que a lo largo de los años pasó mucha gente pidiendo ayuda por su local, pero cuando se trata de chicos no duda en dar una mano. Fue así que en una bolsita también le puso un sacapuntas, una regla, entre otras cosas. Y como también necesitaba una cartuchera, se la regaló.
Después de recibir la ayuda el nene le dijo “gracias señor” y se fue. Hasta el momento no sabe cómo se llama ni dónde vive, y Mauricio espera volver a verlo en el local. “En todo momento fue muy respetuoso, muy educado. Y el poder haberle dado una mano me llenó el corazón”.
Un cliente que estaba en ese momento vio toda la escena y la compartió en las redes sociales resaltando el noble gesto del comerciante.
“Por casualidad presencié está mañana un hecho que alienta a seguir empujando para el lado correcto. El dueño de librería DINO dejó entrar en su local a un niño que pedía ni plata ni comida. Entró a pedir útiles para poder ir a la escuela. A lo que el dueño le llenó una bolsa y le preguntó ‘qué más necesitás’. Tuve que expresarle mi admiración y recomiendo el lugar donde seguro habrán pasado más hechos como este, solo que esta vez yo lo presencié”, escribió Pablo Peñaloza en Facebook.
Lo cierto es que después de la publicación a Mauricio lo llamó mucha gente para ofrecer ayuda. “Recibí un llamado desde Buenos Aires. Era un señor que me dijo que tenía un corralón y que se ponía a disposición para ayudar en lo que fuera necesario”. A pesar de no haber tenido que pasar carencias, él y su familia brindan una mano solidaria a aquellos que tienen necesidades.
Fuente: TN