Se definió el protocolo: en provincia los alumnos irán a la escuela semana por medio

La Provincia de Buenos Aires definió el esquema con el que se regresará a clases el próximo lunes 1° de marzo: los cursos se dividirían en dos grupos, para respetar la distancia dentro del aula y cada grupo alternaría una semana de clases presenciales y la siguiente estudiarán en sus hogares.

Según se difundió, ese esquema se llevaría a cabo en 12.000 de las 16.000 escuelas bonaerenses. Unas 4.000 tendrían espacio o la cantidad de alumnos suficientemente baja como para tener presencialidad todos los días.

Todo es muy dinámico y va modificándose según diversos factores. La idea madre es reforzar todas las opciones que brinden la mayor presencialidad posible.

Otras variantes que se manejan tienen relación con aquellos cursos en los que, por ejemplo, hay 21 alumnos, entonces se implementaría otro esquema de rotación de los estudiantes.

“Dentro de la forma combinada, se puede organizar la presencialidad a través de una asistencia programada. Por ejemplo, en un curso de 21 estudiantes que se desarrolla en un aula que tiene espacio para 18, se programa que rotativamente falten tres estudiantes por día. Así se gana mayor presencialidad cuidando el distanciamiento físico establecido por el protocolo”, explicaron en la cartera educativa.

Sobre las 4.000 escuelas que tienen la posibilidad de dar clases todos los días son aquellas rurales o en algunas ciudades chicas de la provincia de Buenos Aires. La cantidad de alumnos es baja y eso les permitirá dictar clases todos los días, todos los alumnos.

Hasta el viernes pasado, en la Provincia había ganado terreno que una mitad del curso vaya a la escuela los lunes y martes; el miércoles se higienizaría el establecimiento; mientras que la otra mitad concurriría jueves y viernes.

Sin embargo, este fin de semana, la directora General de Cultura y Educación, Agustina Vila, confirmó en declaraciones periodísticas que la decisión adoptada será la de utilizar el esquema de bloques semanales.

“Desde el punto de vista epidemiológico es mejor. Permite detectar casos sospechosos, chicos con síntomas. y aislarlos de inmediato, algo que se hace más difícil cuando los días de concurrencia son sólo dos”, detalló Vila.

Fuente: El Día y Canal Siete.