La sesión empezará a las 16 y se prevé que se extienda hasta el miércoles. La proyección de la votación indica un virtual empate entre los legisladores que apoyan la iniciativa y los que la rechazan.
El proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) tendrá este martes su debate final en el recinto del Senado, luego de obtener media sanción en Diputados. La sesión, que cerrará el año parlamentario de la Cámara Alta, se extendería hasta el miércoles a la mañana y su desenlace todavía es incierto: los “poroteos” y especulaciones indican cierta paridad entre los legisladores que apoyan la iniciativa y los que la rechazan.
La iniciativa fue enviada por al Congreso por el gobierno de Alberto Fernández junto a otra conocida como el Plan de los 1000 días, que propone la protección de las mujeres embarazadas y los niños durante los primeros años de la infancia. Esta iniciativa será debatida y votada en la misma sesión.
El proyecto de IVE se tratará en una sesión especial que está prevista que comience a las 16 y se extienda hasta el día siguiente. La mayoría de los legisladores participará de manera remota, como ocurrió desde el comienzo de la pandemia de coronavirus.
De acuerdo con la decisión parlamentaria emitida por la Presidencia de la Cámara, solo se permitirá la presencialidad a poco más de una docena de senadores en el recinto: cuatro por cada uno de los dos bloques mayoritarios -el Frente de Todos y Juntos por el Cambio- y seis por las demás bancadas. El resto de los legisladores deberán pronunciar sus discursos a través de la plataforma Webex, que se utiliza desde mayo y que funcionó sin mayores inconvenientes durante los últimos meses.
El resto del edificio permanecerá cerrado y no se permitirá el paso a personas ajenas al estricto protocolo parlamentario. Tampoco se habilitarán los pasillos y la prensa que se acreditó especialmente para esta sesión, alrededor de ochenta periodistas, tendrá lugar en el atrio del edificio y en el Salón de las Provincias, contiguo al Salón Azul, por donde suelen ingresar las autoridades nacionales cada vez que asisten a la sede legislativa.
La proyección de votos
El proyecto impulsado por el Poder Ejecutivo y aprobado en la Cámara de Diputados el 11 de diciembre, con 131 votos a favor, cuenta con apoyos y rechazos en el Senado. La definición, aún incierta, se conocerá con el transcurrir de la sesión o, tal vez, en el mismo momento de la votación debido a lo ajustado del debate.
Por ahora, los números están muy parejos, con una leve ventaja hacia la aprobación del proyecto. El sector “celeste”, color con el que se identifican quienes rechazan la iniciativa, no contará con el voto de dos senadores que siempre se manifestaron en contra de la legalización del aborto: los peronistas Carlos Menem y José Alperovich.
El riojano permanece internado en una clínica porteña y el fin de semana estuvo en coma inducido debido a que se complicó el cuadro por el que había sido ingresado, una infección urinaria. En tanto, Alperovich se encuentra de licencia hasta fin de año, después de que una de sus sobrinas lo denunciara ante la Justicia por presunto abuso sexual.
Sin embargo, según el artículo 26 del Reglamento de la Cámara alta, “la licencia acordada a un senador caduca con la presencia de éste en el recinto”, en este caso, en la videoconferencia. Por otro lado, hay varios legisladores que aún no dieron a conocer su voto y que podrían inclinar la balanza hacia un lado o el otro.
En el lote de los senadores indefinidos se encuentran los entrerrianos Edgardo Kueider, del Frente de Todos y Stella Maris Olalla, de la Unión Cívica Radical. El primero firmó el dictamen en disidencia, lo que sugiere que está más cerca del verde que del celeste, pero aún no reveló el sentido de su voto.
La rionegrina Silvina García Larraburu había votado en 2018 en contra, pero habría sido convencida por sus pares kirchneristas para que esta vez se manifieste a favor de la iniciativa. De hecho, firmó el dictamen de mayoría y en varias declaraciones dio a entender que su voto será positivo: los “verdes” ya la cuentan de ese modo.
Más incierto es lo que hará su coprovinciano Alberto Weretilneck, quien en el último plenario de comisiones reclamó modificaciones a la ley. Desde la Casa Rosada lo llamaron para pedirle que reconsidere su postura, asegurando que sus reparos serían atendidos en la reglamentación de la ley, según consignó la agencia NA.
Uno que podría seguir el mismo camino que García Larraburu es el salteño Sergio “Oso” Leavy, del Frente de Todos. Dos años atrás, había votado en contra, pero ahora podría cambiar luego de la reunión que mantuvo dos jueves atrás con el Presidente, quien le pidió explícitamente que reconsiderara la postura.
“Tengo convicciones personales, pero también está lo que uno representa”, explicó Leavy, preparando el terreno para un posible voto a favor. En su provincia existe una fuerte campaña de presión para que rechace el proyecto de legalización del aborto, por lo que, por el momento, continúa en la lista de “indefinidos”.
La neuquina Lucila Crexell es otro de los votos que siguen en disputa: en 2018 se había abstenido, pero en los últimos meses dio señales de que podría votar a favor, si bien se mantiene firme en que la legalización y despenalización deberían regir hasta la semana 12 y no la 14 como está previsto en el proyecto en consideración.
En caso de paridad de votos, la encargada de desempatar y resolver la contienda será la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien votaría a favor de la iniciativa, si se tiene en cuenta que dos años atrás, cuando era senadora, se expresó en ese sentido.
La legalización del aborto en la Argentina fue una de las promesas de campaña del presidente Alberto Fernández, quien en 2019 adelantó que enviaría un proyecto cuando fuese mandatario para apuntalar la iniciativa.
Fuente: TN