La carne vacuna tuvo en noviembre aumentos que completaron un promedio del orden del 30% e impactará en la inflación general del mes, además de representar un piso para diciembre, tradicionalmente alcista por la mayor demanda a raíz de las fiestas de fin de año.
Las explicaciones de la importante disparada de precios en noviembre -que contrastó con el comportamiento de octubre, con estabilidad y hasta baja en algunos cortes- viene de la mano de los efectos no deseados de dos variables que, en otros órdenes, fueron favorables para la economía.
Esos fenómenos fueron, por un lado, el aumento de los precios internacionales de las commodities y, por el otro, la paulatina flexibilización del aislamiento social, preventivo y obligatorio en la mayor parte del país, que en algunas regiones pasó a ser distanciamiento.
En el primer caso, los mayores ingresos que representará la suba de los valores de la soja llevan como contrapartida el impacto en el precio de la carne vacuna, si se tiene en cuenta que gran parte del ganado engordado en feed lots se alimenta a base de maíz, otra de las oleaginosas que subió su precio en los mercados internacionales.
En cuanto a la flexibilidad de la cuarentena, implicó un mayor consumo tanto por el retorno a las reuniones grupales como a la reapertura de bares y restaurantes.
Una tercera variable es el incremento de las exportaciones. En ese sentido, el último informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) indicó que “las exportaciones de carne vacuna habrían ascendido a 735,6 mil toneladas de res con hueso (r/c/h) en lo que va del año”.
Ese desempeño “implica un crecimiento de casi 10% anual (+66,2 mil tn r/c/h)”, lo que representa un 28% de la producción total, una participación que es “la más elevada de las últimas décadas”, según la entidad presidida por Miguel Schiaritti.
El Índice de Precios al Consumidor de noviembre se dará a conocer a través del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) el martes 15 de diciembre y en él se detallará la incidencia que tuvieron en el nivel general tanto los alimentos en general como la carne y sus derivados en particular.
Al respecto, el incremento observado en noviembre hace esperar un comportamiento diferente al mes precedente, en el que hubo un aumento general del 3,8% y uno del 4,8% en el capítulo “Alimentos y bebidas no alcohólicas”.
Dentro de ese capítulo, el rubro “carne y derivados” tuvo un incremento del 3,5% en el área del Gran Buenos Aires, inferior tanto a los alimentos en general como a todo el IPC, una situación que podrá ser la inversa en los números de noviembre.
En la ponderación del IPC por regiones, “Carne y derivados” representa el 6,98% del total en la región del Gran Buenos Aires, de lo que surge que cada diez puntos porcentuales de aumento en el rubro hay un traslado al índice general de 0,7 punto porcentual.
Fuente: NA