Adriana Beramendi es una joven salteña que dio a luz en un hospital porteño, mientras que su esposo se tuvo que quedar a 1.500 kilómetros de distancia.
Una mujer en Buenos Aires se convirtió en madre de cuatrillizos, pero a causa de la cuarentena, el padre de las criaturas todavía no pudo conocerlas. Adriana Beramendi, de 24 años, se trasladó desde Salta para hacer un trámite, pero no pudo regresar debido al aislamiento obligatorio impuesto por el Gobierno Nacional, en medio de la propagación del coronavirus en el país.
A 1.500 kilómetros de distancia de su esposo, la mujer dio a luz a sus cuatro hijos, llamados Zoe, Jeziel, Adriel y Gabriel. Los cuatrillizos son sietemesinos y nacieron el 7 de mayo. En tanto que su esposo Ulises, varado en la localidad de Yacuiba, Bolivia (en la frontera con la Argentina), tuvo que conocer a los bebés a través de una videollamada.
Los cuatrillizos aún permanecen en la Maternidad Sardá, debido a que nacieron antes de tiempo. Esto hizo que su madre pudiera estar con ellos, amamantarlos y tener contacto piel con piel, pero sin quitarse el barbijo ya que, si llegara a tener coronavirus, podría contagiarlos.
Mientras tanto, el padre de los niños se mantiene ansioso, por ser además primerizo. Ulises es chofer y la cuarentena lo agarró en la frontera boliviana, a 1.500 kilómetros de distancia del resto de su familia.
El nacimiento de estas cuatro criaturas se convirtió en casi un milagro para la joven madre, porque cuando tenía 15 años fue diagnosticada con una enfermedad conocida como “Púrpura trombocitopénica idiopática”, que ocasiona que su sistema inmunológico ataque por error a sus plaquetas, generándole hematomas en todo el cuerpo, dolor de cabeza y sangrado por la nariz.
Fuente: eltrecetv