A partir de los datos informados por el Ministerio de Salud este domingo se advierte una baja sustancial en la tasa de decesos por COVID-19 respecto de la semana anterior. Concretamente, con 39 víctimas fatales en la última semana, la dramática estadística disminuye considerablemente.
En la segunda semana de marzo se registraron dos muertes, dato que se repitió en la tercera semana del mismo mes. La semana siguiente, la cifra se disparó a 16, totalizando 20 decesos.
Luego, la semana siguiente, fallecieron 26 personas por coronavirus, marcando un fuerte incremento del 62,5% semanal. La semana pasada, el total de fallecido fue de 49, nuevamente aumentando, esta vez un 88,5% respecto de la semana anterior. De este modo, al 12 de abril se llegó a los 95 muertos por COVID-19 en Argentina.
No obstante, en la semana que pasó se contabilizaron 39 decesos, marcando la caída en el incremento con una reducción de las muertes en un 20,5%.
Esta estadística parece exhibir una estabilización del ritmo de propagación de la pandemia. Efectivamente, las simulaciones de la evolución de la pandemia sin cuarentena estimaban que para el 19 de abril los fallecido debían rozar los 1.000.
Además, de los 2.941 casos positivos en el país, el 29,2% (858) son importados, un 42% (1.235 casos) son por contacto estrecho, 538 (18,3%) son por circulación comunitaria y el resto se encuentra en examen epidemiológico. Además 709 pacientes fueron ya dados de alta.
Como era de esperar, la Provincia de Buenos Aires, la más populosa, es la que tiene mayor de casos con 873, seguida por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde los infectados son 706. Juntas suman 1.579 contagiados, alcanzando el 53,7% de los casos de todo el país.