Con la atención monopolizada por el coronavirus, el dengue también crece en sigilo. Los pediatras llaman a cuidar a los niños y a estar atentos a los síntomas.
Para que el dengue se transmita tienen que estar presentes en forma simultánea el virus, los mosquitos y el huésped susceptible, las personas. Hoy, porque el frío se retrasó, hay mosquitos por todas partes y como son vectores activos del virus, la cantidad de casos aumenta en forma sigilosa, advierte la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).
Según el Boletín integrado de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Salud de la Nación, se registraron 2.942 nuevos casos dengue, seis veces más que los reportados para las mismas semanas de la temporada 2018.
Según los reportes, la enfermedad es más frecuente en los niños mayores de 10 años y en los adolescentes. Por lo general, da síntomas como fiebre, dolor de cabeza, dolor abdominal, dolor alrededor del ojo (retro-ocular), derrames oculares (inyección conjuntival), manchas rojas en la piel, náuseas, vómitos y alteraciones del sabor de los alimentos y las bebidas.
En los lactantes suele actuar en forma asintomática en ocho de cada 10 casos. Hay casos donde tampoco se diferencia de otros cuadros virales que producen fiebre, falta de apetito, fatiga, dolor de garganta y erupciones.
“Como siempre, la aparición de todos o de alguno de estos síntomas mencionados amerita la consulta urgente con el especialista. Particularmente, la presencia de fiebre y erupción en la piel hacen necesario pensar en dengue, sin olvidarnos, en nuestro medio, de la posibilidad de estar presentes también ante un cuadro de sarampión”, aclara la doctora Gabriela Ensinck (M.P. 9.721), infectóloga pediatra, Secretaria del Comité de Infectología de la SAP.
La recomendación general señala utilizar repelente según las indicaciones del producto, llevar prendas que cubran brazos y piernas, especialmente al estar al aire libre, desechar recipientes descartables que puedan acumular agua como latas, botellas, neumáticos o lonas y dar vuelta o vaciar y cepillar aquellos que se utilizan con frecuencia como baldes, palanganas o tambores.
Los especialistas piden mantener los patios ordenados y los jardines desmalezados, limpiar las canaletas y desagües de los techos, colocar mosquiteros en las puertas, ventanas y cochecitos de bebé, y utilizar repelentes ambientales como tabletas o espirales.
Fuente: tn.com.ar
Esta entrada ha sido publicada el 7 de abril, 2020 11:33
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