Graciela lloró y pidió justicia una y otra vez por el crimen de su hijo. En el final de su discurso se quebró y debió ser sostenida por su marido Silvino.

Graciela, la mamá de Fernando Báez Sosa, le agredeció a toda la multitud que la acompañó en el pedido de justicia por el crimen de Fernando. Desbordada emocionalmente, sobre el final se descompensó.

“Quiero agradecerles a todos por acompañarme, por la ayuda de ustedes se hará justicia por mi hijo. Lo que le hicieron a mi hijo es terrible. No le dieron oportunidad de defenderse. Lo mataron a traición. Un chico decente, bueno, que amaba la vida. Amaba a su prójimo, quería ayudar a todo el mundo. Tenía un objetivo. Lo tenía escrito. Lo que le hicieron. Nos arruinó la vida. A todos los que le queremos. Mi vida no es fácil desde que perdimos a nuestro hijo. Era nuestra lucha, nuestro sostén. Nuestra vida. Mi casa está vacía, cuando miró su cama… Sé que nunca volverá por culpa de lo que hicieron. ¡Quiero justicia por mi hijo!”, fueron sus primeras palabras.

“Amaba a su novia, jugaban como criaturas. Eran felices. Querían ser abogados los dos. Él me iba a llevar a conocer el mundo. Él nos da la fuerza. Porque mi vida no es fácil. No tengo palabras de agradecimiento. Era mi vida, mi amor. Yo le decía bebé. ¿Sabés lo que le extraño? Cuando le esperaba con la comida… Pero todo eso se acabó. Quiero justicia por mi hijo. Que paguen por lo que le hicieron. ¡Que paguen!”, continuó.

“Levanto las manos. Quiero se haga justicia. Que no quede impune. Para que mi corazón descanse. Gracias Dios mío, gracias Señor”, finalizó antes de descompensarse.

Fuente: eltrecetv.com.ar