Se hizo cargo del bebé de su hermana discapacitada. Desde que nació, el nene la identifica como su madre.
Roxana tiene 45 años y un hijo que en unos días cumplirá nueve. Su historia se hizo conocida porque es la primera mamá trans que logró conseguir la Asignación Universal por Hijo. Es de Concordia, Entre Ríos, y desde la llegada de Mateo el 31 de enero de 2011 su vida cambió por completo. Unos meses antes de que el nene naciera, se enteró de que su hermana discapacitada estaba embarazada y que no iba a poder hacerse cargo. Enseguida tomó la decisión de ocuparse de todo para cuidarlo y verlo crecer. “Al principio fue duro por la cuestión económica. Trabajé en el campo en la recolección de frutas y hasta en una fábrica haciendo ladrillos, no quería que le faltara nada”, explica Roxana a Tn.com.ar.
Si bien, siempre se sintió mujer y vivió su identidad de género autopercibida, desde hace más de 20 años lucha contra la discriminación. Primero con su padre, que la echó de su casa, después con los papás de los compañeritos de la escuela de su hijo. “Hasta que Mateo tuvo un año y medio tuve que fingir y tapar mi identidad para poder trabajar en casas de familia limpiando. Cuando decidí dejar de ocultar quién era, me echaron”, recuerda.
Tuvo y tiene que atravesar momentos difíciles: desde la muerte de su madre cuando era muy chica que la llevó a hacerse cargo de sus hermanos, hasta el rechazo que tiene que soportar aún hoy de algunos vecinos en su ciudad. Sin embargo, ella se sobrepone porque siempre supo lo que quería y cómo quería vivir su vida. “Durante largas jornadas coseché naranjas y arándanos y tuve que hacer trabajos de fuerza de hombres para mantener a mi bebé, pero yo no dejaba de ser Roxana por eso”.
Con la llegada de Mateo, su vida cobró otro significado: “Vivimos juntos y yo me esfuerzo para que no le falte nada. Si necesitábamos ropa iba a la iglesia para conseguirla. Me ha tocado podar un árbol o lavar un techo, pero yo tenía que ganar dinero para traer a casa, y por más que tuviera que ocultar mi identidad yo no dejaba de ser quien era”.
Tras haber iniciado el trámite en octubre, Roxana comenzará a percibir la ayuda económica del programa de la ANSES para que el nene pueda seguir estudiando. “En marzo arranca tercer grado y va a poder hacerlo con este reconocimiento a sus derechos y los míos”.
Al no tener aún la adopción, es solo la encargada de Mateo, no estaba autorizada para percibir la AUH. La mujer recurrió al equipo de diversidad de la Dirección de Gestión Preventiva y Promoción de la Municipalidad de Concordia con quienes consiguió hacer uso de la addenda 63, que permite a quien es responsable del cuidado del menor, el cobro de dicha asignación de la ANSES. “Hicimos uso de esta herramienta porque al no tener aún la adopción no podíamos acceder al beneficio para Mateo. Las autoridades nos apoyan y nos ayudan. Me siento protegida y puedo enfrentar cualquier situación porque tengo el respaldo y la ayuda para mi hijo”.
Agnes Pérez, a cargo de la Dirección de Gestión Preventiva y Promoción de la Municipalidad de Concordia, explica: “Roxana tenía terror de hacerlo por la vía judicial porque temía que le sacaran a su hijo. Así que fuimos averiguando hasta que encontramos la famosa herramienta ‘addenda 63’ que permite el cambio de titularidad del beneficio de la AUH para quien tenga el menor a cargo”.
Por otra parte, Roxana se está capacitando junto a otras 25 chicas trans en el Polo Productivo. En un programa de la municipalidad de Concordia que se llama “Construyendo futuro”. “Cumplo un horario, trabajo y este año arranco el colegio secundario. Además de que soy costurera y con mi máquina a pedal arreglo ropa, hago fundas para almohadas y me las rebusco porque quiero darle lo mejor a mi hijo”.
La discriminación en el ámbito escolar
Roxana cuenta que todavía hoy tiene que soportar que la discriminen incluso en la escuela a la que concurre Mateo en el barrio La Bianca. “Las miradas siempre están. Yo estoy muy orgullosa de mi hijo y él va asimilando lo que yo le cuento. Siempre con la verdad porque quiero que me ame como soy. En la escuela los chicos lo molestaban con mi identidad, yo le expliqué cómo eran las cosas. ‘Yo soy tu mamá, me podés preguntar y decir todo’. Él me abraza y me dice que no le importa lo que digan los compañeros, que yo soy su mamá”.
“Yo sufrí mucha discriminación, y también Mateo. Hoy estoy muy feliz, no sólo porque él va a tener la AUH, justo para el inicio de las clases, sino porque además significa reconocerlo a él y reconocer mi derecho”, señala Roxana.
Un antecedentes de AUH en Concordia
A fines del 2018, se lograba un dictamen que reconocía a Georgina, una madre trans, el derecho de percibir la Asignación para su hijo. “El contexto de uno y otro reclamo son distintos, pero en ambos casos, con el asesoramiento del equipo municipal, se logró que dos madres trans perciban este beneficio. Esto obliga a que el Estado, en sus distintas áreas, niveles y organismos, revisen su accionar, que se adecue a las legislaciones vigentes y que adopten una mirada inclusiva. Esto es parte del trabajo que realizamos desde esta Dirección y quiero destacar y agradecer la buena predisposición del personal de ANSES”, explicó Agnes Pérez a cargo de la Dirección de Gestión Preventiva y Promoción de la Municipalidad de Concordia.
Según señala Darío Pérez de la misma dirección, “Georgina tuvo el reconocimiento como mamá trans, pero como figuraba para la ley como papá biológico, su DNI decía Jorge, y como papá no le permitían reclamarlo porque ni siquiera podía acceder a las oficinas del ANSES. Con ella fueron por el camino judicial y con Roxana por la vía administrativa”.
Fuente: tn.com.ar
Esta entrada ha sido publicada el 28 de enero, 2020 10:44
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