En medio de un paro de al menos 40 líneas de colectivos, hubo incidentes frente a la sede del gremio de la UTA, en Balvanera. El titular del sindicato, Roberto Fernández, estaba dentro del edificio cuando empezaron los destrozos y denunció que no lo dejaban salir. Acusó a choferes de la empresa DOTA por las roturas de vidrios, autos y motos en la puerta del lugar. Como consecuencia de las pedradas hubo al menos ocho heridos.
Desde el techo del sindicato, Fernández explicó la situación. “Es nuestra vida o la de ellos. Tomaron el edificio. Algunos están borrachos. La Policía no hace nada. No sé cuántos heridos hay. Soy un hombre desesperado”, dijo en TN.
“A lo mejor son mis últimas palabras. Cuando venga la Policía va a tener que juntar cadáveres. Me tomaron hasta el cuarto piso. Estoy en el techo. No sé con quién más hablar. Esto es culpa del monopolio que quiere hacer la DOTA”, criticó.
“Estoy arriba del techo. Si suben, los mato a fierrazos”, advirtió públicamente. “Estoy hasta la manija: es mi vida o la de ellos, hermano”, afirmó antes de cortar la comunicación telefónica.
Los choferes que responden a la oposición a Fernández en la UTA dieron otra versión ante TN: “En mi empresa me echaron cuando nos opusimos a Fernández. Fui ocho años delegado gremial, pero él impugnó nuestra lista y no nos dejó votar”.
Otro chofer acusó al histórico jefe de la UTA: “En los últimos cuatro años, con Fernández y el anterior gobierno, perdimos el 50% del poder adquisitivo. Ahora necesitamos un bono de entre $15.000 y $20.000. Los trabajadores tenemos que unirnos”.
Esta entrada ha sido publicada el 16 de diciembre, 2019 20:19
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