Tres delincuentes sorprendieron a un joven cuando llegaba a su casa de la localidad bonarense de Longchamps. Querían entrar por la fuerza al domicilio. Mientras la víctima le arrojaba sus pertenencias por encima de la reja, un familiar suyo escuchó los gritos desde la planta alta y salió a los tiros. Uno de los ladrones murió en el lugar.
A plena luz del día, la calle Payró entre Castillo y Quintana se convirtió en escenario de una balacera infernal. Al menos seis fueron las detonaciones que escucharon los vecinos. Uno de los disparos alcanzó a uno de los ladrones, de 17 años, cuando intentaba escapar y lo mató en el acto.
Otro de los delincuentes, de 18, resultó baleado en una pierna y fue trasladado al hospital Meléndez de Adrogué, donde permanece internado con custodia policial. En tanto, un tercer cómplice logró huir en el auto de la víctima del asalto y es buscado intensamente por la policía.
El dueño de la casa como su tío, el hombre que efectuó los disparos con un arma 9 mm, resultaron ilesos. El hombre tenía el revólver registrado y con los papeles al día, y gracias a las filmaciones registradas por las cámaras de seguridad, fue liberado ya que la justicia consideró que actuó en legítima defensa.
