La jueza Yamile Susana Bernan ordenó la excarcelación del policía porteño que le pegó una patada en la panza a Jorge Martín Gómez, un hombre armado con un cuchillo, que murió en un hospital por la fractura de cráneo que sufrió al desplomarse en un calle de San Cristóbal.
Se trata de Esteban Armando Ramírez, oficial de la Policía de la Ciudad, que continuará imputado por el delito de homicidio preterintencional, con penas entre dos y seis años de prisión, según le confirmó una fuente de la fuerza.
El hecho sucedió el lunes por la mañana cuando una mujer llamó al 911 para denunciar que un hombre estaba amenazando a los pasajeros de un colectivo con un cuchillo. Como mostraron las cámaras de seguridad, varios policías fueron hasta el lugar y uno de ellos se enfrentó al individuo, le ordenó que levantara las manos y, como no le hizo caso, lo sorprendió con una patada en la panza.
Los médicos del hospital Ramos Mejía no pudieron hacer nada: la patada del policía hizo que el hombre se desplomara y que su cabeza cayera con fuerza sobre el asfalto: Jorge Martín Gómez murió por la fractura de cráneo.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió al policía porteño al dar una entrevista a Radio La Red: “Ramírez estaba protegiendo a los ciudadanos de una situación amenazante, ese es el marco general que hay que plantear, lo quiso reducir, pero no matar”.
Bullrich luego consideró que el agente podría haber actuado de otra manera: tal vez con un arma para neutralizar, como las pistolas Taser, pero reiteró su política de “defender a los que defienden a los ciudadanos”. Y, por eso, dio vuelta el hecho: “¿Qué pasaba si esa persona mataba a alguien y había un policía al lado?”.
Fuente: tn.com.ar