El Gobierno destinará $100.000 millones en el paquete de medidas que anunció durante esta semana para paliar los efectos de la brusca devaluación del peso tras la derrota del oficialismo en las PASO. El Poder Ejecutivo buscará cubrir ese costo reasignando partidas presupuestarias, por un lado, y por el efecto positivo que tendrá en la recaudación el aumento de la inflación.
Según cálculos privados, las medidas anunciadas este jueves tendrán una exigencia fiscal para el Estado cercano a los $60.000 millones, principalmente por el congelamiento de las cuotas de los créditos hipotecarios UVA hasta fin de año, que le insumirían unos $50.000 millones al Tesoro. La eliminación temporal del IVA para alimentos básicos, según el Ministerio de Producción y Trabajo, costará otros $10.000 millones.
Los anuncios del miércoles, por su parte, requerirían adicionalmente $40.000 millones entre los bonos a empleados públicos y privados, la modificación del mínimo no imponible de Ganancias, la exención de una parte del monotributo y los planes de pago impositivos para pymes.
Estos cálculos fueron realizados por el economista Martín Vauthier, socio de la consultora EcoGo, quien de todas forma aclaró que “es un cálculo preliminar” ya que es difícil tener un número más fino con la información que se tiene hasta el momento.
“Es significativo el costo fiscal. Entre el miércoles y jueves sumás como piso $100.000 millones. También habría que agregar el impacto eventual de mantener congeladas las tarifas, ya que los costos de la generación de energía están en dólares y la devaluación obligaría a un recálculo”, comentó Vauthier.
Por su parte, el economista jefe de Ecolatina, Federico Moll, dijo que “el paquete de medidas hay que explicarlo más desde el punto de vista de las necesidades políticas que de las económicas”. “No creo que alivien significativamente a la población; son ayudas parciales. Me preocupa que las sigan profundizando, igual que la relación con los sindicatos, que piden paritarias mensuales. Sería un gran error aceptarlas”, dijo.
Según fueron explicando en las últimas horas los funcionarios del Gobierno, los fondos para cubrir el costo de esta serie de medidas saldría de dos fuentes distintas. Por un lado, de reasignación de partidas presupuestarias. Es decir, quitar fondos para un determinado fin y redireccionarlos. Por otro, por una mayor recaudación que tendría lugar a partir de una suba de la inflación. Al incrementar los precios generales de la economía también refuerza el ingreso al Estado.
A mitad de semana, Macri presentó en un mensaje grabado en Olivos una serie de iniciativas para mejorar la situación de las clases media y baja, los sectores más golpeados por la crisis económica y que, a su vez, el Gobierno busca reconquistar. Entre las iniciativas hay cambios en Ganancias, un bono para los trabajadores estatales y de las fuerzas de seguridad y el congelamiento del precio de las naftas.
Esta entrada ha sido publicada el 16 de agosto, 2019 08:15
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