Tras conocerse el caso de que a una mujer de 66 años le amputaron una pierna equivocada, el Sanatorio Berazategui vuelve a estar en el centro de la polémica por una nueva denuncia de mala praxis que terminó con la muerte de una jubilada de 80 años.
“La autorización de PAMI era para una operación de píloro. La denuncia penal no solo es contra el cirujano sino también contra el equipo quirúrgico; no se respetó el protocolo de identificación de la paciente. Todos debían saber la razón por la que estaba siendo operada ya que cada uno tenía que cumplir con una función específica”, contó.
Según su relato, cuando el doctor Fernando Palladino finalizó la intervención quirúrgica se dirigió a la sala de espera y pidió hablar con “los familiares de la operada de vesícula” para darle el parte médico. “Ni siquiera sabía el nombre de la paciente. Y como ellos eran los únicos que estaban en el lugar, se acercaron a hablar con él y fue ahí donde se enteraron de lo sucedido”, relató.
Cuando la familia le recriminó por la confusión , el cirujano intentó justificarse diciendo que “al abrirla notaron que la vesícula no estaba en condiciones”. Pero la letrada aseguró que esa versión no pudo sostenerla ya que luego admitió su equivocación y volvió a operarla del píloro. “La sometieron a dos cirugías en el mismo día. Fue casi inmediato. Una vez que se le fue el efecto de la anestesia la volvieron a sedar y a meterla inmediatamente en el quirófano. Su muerte era algo que podía a suceder ya que la anestesia a esa edad es sumamente riesgosa”, remarcó Stekloff.
Fuente: Infobae