Por primera vez en tres meses, el riesgo país rompió esta semana el piso de los 800 puntos básicos y terminó el viernes en 787 unidades. Solo un mes antes, el 3 de junio, el índice que elabora el JP Morgan había tocado el máximo durante la gestión de Mauricio Macri: los 1015 puntos. Desde entonces no paró de bajar.
La disminución del índice que marca el sobrecosto del financiamiento se dio en un contexto de mercado cambiario calmo: el dólar comenzó la semana a $43,48, según el promedio que realiza el Banco Central (BCRA) en base a las pizarras de los bancos y las casas de cambio, pero concluyó el viernes en $43,10 en las entidades privadas y en $42,80 en el Banco Nación (BNA).
Los bancos ofrecieron la divisa estadounidense a la baja incluso cuando Christine Lagarde, artífice clave del acuerdo entre la Argentina y el FMI, anunció el martes que renunció “temporalmente” al Fondo luego de su nominación para presidir el Banco Central Europeo (BCE).
Tras la caída de la moneda entre el lunes y el jueves, el viernes abrió al alza, pero cuando el FMI anunció que terminó con la revisión de las cuentas y que el 12 de julio enviaría u$s5400 millones más a la Argentina, el mercado reaccionó positivamente, el BNA descontó 30 centavos en la pizarra y cerró a $42,80 para la venta.
En ese escenario, el presidente del BCRA, Guido Sandleris, aprovechó la pax cambiaria para desinflar la tasa de interés que paga a través de las Letras de Liquidez (Leliq): esta semana recortó 2,2 puntos la tasa que el mercado usa como referencia al cerrar en 59,895%.
Esta entrada ha sido publicada el 6 de julio, 2019 09:53
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