El Senado de la Nación preside una red de lenguaje fácil aplicable al Derecho. La iniciativa surge ante la cantidad de casos en que las personas no cumplían con los planes de conducta en libertad, también llamadas probation.
Para que una persona sea conocedora de sus derechos y obligaciones, la ley debe ser clara y precisa, sencilla de leer y de entender, y en Argentina no es asi. “Los textos de nuestras leyes son largos, de párrafos muy extensos, con múltiples gerundios y latinasgos, en muchos casos imprecisos. Parecen poesías, o aspiraciones de buena voluntad, de buenos deseos” afirma Juan Pedro Tunessi, Secretario Parlamentario del Senado de la Nación.
En el ámbito judicial, la dificultad se eleva. La ley no es taxativa ni imperativa, Tunessi advierte que las sentencias son casi ilegibles. “Hay que traducirlas. Pareciera ser que hablar difícil es sinónimo de sabiduría y no es así”.
A partir de esta iniciativa, ya se empezaron a ver mejoras. Actualmente hay jueces que redactan los fallos en lenguajes mucho más accesibles. Y los jueces de familia, por ejemplo, traducen los textos para que los niños puedan entenderlos mejor. Respecto a la Corte Suprema de Justicia, hay oficinas dedicadas a la aplicación de este lenguaje claro.
Esto fue pensado para la población en general. Para los niños en su primera edad, las personas con dificultad en la compresión de texto o con alguna discapacidad intelectual, los migrantes, las personas que no comprendan bien la lengua, las personas mayores, quienes no tengan alguna instrucción adecuada, entre otros.
El Secretario Parlamentario también adelantó que se va a repartir en todo el país una Constitución Nacional en lenguaje fácil en conmemoración de los 25 años de la Reforma Constitucional de 1994.
Esta entrada ha sido publicada el 1 de julio, 2019 11:14
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