El traspaso del control de Edenor y Edesur de la Nación a la Ciudad y la provincia de Buenos Aires avanza a paso firme. El 10 de mayo, el gobierno nacional anunció que llegó a un acuerdo con las distribuidoras para saldar deudas cruzadas y ahora falta que la legislatura porteña y la administración de María Eugenia Vidal, mediante un decreto, convaliden el trámite. Del cotejo de reclamos pendientes entre unos y otros surgió una deuda de las distribuidoras de unos 7000 millones de pesos, por distintas multas que se acumularon desde 2006, cuando el país ya atravesaba la crisis energética.
El Estado y las empresas acordaron que ese monto se pagará con inversiones para mejorar la atención al cliente y la calidad del servicio. Pero ese dinero debió haber regresado a los usuarios mediante bonificaciones en sus facturas de electricidad.Así surge de los contratos de concesión originales, que datan de la privatización del servicio en 1992, y los documentos que sellaron el traspaso, a los que tuvo acceso TN.com.ar.
Según los documentos oficiales, Edenor (1,17 millones de clientes) destinará a obras $2998 millones y Edesur (2,48 millones), $4197 millones, para compensar las multas acumuladas. Un calculo sencillo arroja que de haberse distribuido ese monto entre los usuarios de cada distribuidora en partes iguales, cada cliente de Edenor hubiera recibido 2565 pesos y cada abonado a Edesur, 1692 pesos. Son cifras que hubieran aliviado los tarifazos de los últimos tiempos.
Fuente: TN.COM.AR