Las empresas de bienes con ventas de hasta u$s50 millones que aumenten sus envíos al exterior quedarán exentas del gravamen, con un tope de u$s600.000.
El Gobierno formalizó este martes la exención de retenciones para pymes cuyas exportaciones no superen los u$s50 millones, siempre y cuando incrementen sus envíos al exterior en comparación con los del año previo.
La medida formó parte del combo que el Ejecutivo presentó el 17 de abril, como parte del “plan Alivio” para paliar la crisis económica. Fue una de las tres iniciativas pensadas en las pymes. Las otras dos fueron un plan de pagos de deudas impositivas y previsionales -cuyos detalles la AFIP oficializó ayer- y la reducción de plazos en los que los emisores de tarjetas de crédito deben depositar a los comercios el dinero proveniente de las ventas con esos medios de pago.
Según el decreto 280, publicado este martes en el Boletín Oficial, la exención a las exportaciones tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre de 2020, fecha límite para este impuesto que la administración de Mauricio Macri extendió a todos los envíos al exterior, sean productos o servicios, a inicios de septiembre del año pasado.
El septiembre pasado el Gobierno fijó derechos de exportación (retenciones) del 12% y estableció que ese impuesto no puede exceder los $3 o $4, según la mercadería de que se trate, por cada dólar estadounidense del valor imponible.
Según el decreto 335, complementario del 280, el beneficio cuenta con un límite de u$s600.000 para las pymes exportadoras. Según el Ministerio de Producción, el 70% de las pequeñas y medianas empresas que efectuaron ventas al exterior el año pasado lo hicieron por un monto menor a ese tope.
“Además, aquellas que nunca vendieron al exterior y este año iniciaron sus operaciones de comercio internacional tendrán un tope (de exención) de u$s300.000“, agregó la cartera productiva.
La medida alcanza a las empresas que despachen bienes al exterior. Las pymes exportadoras de servicios ya contaban con una exención similar, que rige desde comienzos de año, cuando comenzaron a implementarse los derechos de exportación a estos negocios.
“Necesitamos que cada vez sean más las pymes que exporten y así puedan generar empleos de calidad. Esta es una medida de gran importancia que se suma a los instrumentos que venimos impulsando para que las pequeñas y medianas empresas crezcan, mejoren su productividad, se integren en cadenas de valor globales y miren al mundo como su mercado”, señaló el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica.
En ese marco se consideró adecuado desgravar del derecho de exportación a las exportaciones de ese segmento empresario “que impliquen un incremento respecto de las exportaciones realizadas por cada empresa en el año calendario anterior de que se trate, en términos de su valor FOB”.
Tras la publicación del decreto, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) “dictará las medidas necesarias” para su aplicación efectiva.
Impuesto a las importaciones
La exención a las exportaciones de pymes contrasta con otra medida oficial publicada este lunes que subió la tasa de estadística que pagan todas las importaciones, del 0,5 al 2,5 por ciento, y anuló beneficios para traer mercaderías de países del Mercosur.
Según fuentes oficiales, la suba del impuesto obedeció a fines recaudatorios: el Gobierno debe mostrar equilibrio fiscal este año y la recaudación por retenciones a las exportaciones viene muy por debajo de lo esperado, por lo que el Ejecutivo debe recurrir a otra herramienta.
La suba del impuesto a las importaciones fue rechazada por los empresarios, que advirtieron que aumentarán los costos para producir bienes y, en otros casos, subirán los precios de los productos. Ocho de los diez autos más vendidos del país, por caso, son importados.
