Sebastián Carrizo salió de trabajar el sábado a la madrugada y, como todos los días, su novia lo estaba esperando. Subieron a la moto y emprendieron el regreso a casa pero al llegar al cruce de las calles Juan Domingo Perón y José Altube, en la localidad bonaerense de José C. Paz, un auto los atropelló. “Este asesino está en la casa y a Sebastián lo tenemos en un cajón”, dijo a TN un compañero de la víctima.
La impotencia de los compañeros del recolector de residuos que murió atropellado: creen que el auto estaba corriendo picadas.
Julián: “Se burló en las redes sociales: ‘Son dos negritos cabeza, no pasa nada’… Como si hubiera atropellado a un perro” https://t.co/T15OSfESfI pic.twitter.com/QEFKsmMgOy— TN – Todo Noticias (@todonoticias) 8 de abril de 2019
El joven, que trabajaba como recolector de residuos, murió después de agonizar durante más de un día mientras que su pareja quedó internada en grave estado en el Hospital Municipal de Trauma y Emergencias doctor Federico Abete, de Pablo Nogués. Ella se salvó de milagro aunque es posible que no vuelva a caminar. Sin embargo, el conductor que causó la tragedia, solo estuvo media hora detenido por el hecho. El tiempo suficiente para burlarse de lo que había ocurrido en las redes sociales.
El relato de los testigos coincidió en que el acusado, Nicolás Fabián Córdoba, estaba corriendo una picada y conducía a altísima velocidad y en contramano cuando se cruzó con la pareja. El impacto fue tan fuerte que Carrizo salió despedido de la moto y cayó en la vereda golpeándose la cabeza. “Ella no murió pero tiene múltiples fracturas de fémur, de clavícula, costillas y tibia. Por todos lados está quebrada. Tal vez no vuelva a caminar, pero está viva”, relató una amiga de la chica a Crónica.
En medio del dolor, la facilidad con la que Córdoba esquivó su responsabilidad por el atropello indignó a los familiares de las víctimas. Es que apenas estuvo media hora demorado y le alcanzó para burlarse de su propia situación. “Otra vez en la comisaría”, compartió sin nada de dramatismo en una historia que subió a su perfil de Instagram. Minutos después recuperó su libertad y desapareció sin dejar rastro.
“Se burló de todos, no le importó nada. Encima, lo liberaron a la media hora y no sabemos dónde está. Es todo una vergüenza, acá hay una familia destrozada”, dijo la familia de Carrizo a los medios. En las redes sociales la bronca de quienes conocían a las víctimas también se vio reflejada y anticiparon que pedirán las cámaras de la zona para ubicar al acusado.