Como hacía cada noche, la jubilada de 93 años de la localidad santiagueña de Villa Atamisqui cerró las ventanas y la puerta con llave para irse a dormir. Pero el miércoles, un hombre irrumpió en su casa para robar y como ella no tenía dinero la atacó con brutalidad.
La mujer no había cobrado todavía la jubilación y trató de explicárselo al ladrón. Como respuesta recibió sus golpes, y apenas fueron el principio de lo sería un verdadero infierno. La violó y si hubiera sido poco, también abusó de ella introduciéndole un palo.
Cuando el delincuente escapó, la víctima ni siquiera podía caminar. Recién un día después la encontró una vecina suya que solía visitarla para comprobar que no necesitara nada. La escena que descubrió fue completamente inesperada y dolorosa. La anciana no dejaba de llorar mientras le contaba lo que le había ocurrido.
Después de hacer la denuncia, la trasladaron al hospital zonal donde los médicos confirmaron las lesiones del abuso sexual. La policía secuestró la ropa y las sábanas para tratar de identificar al sospechoso.