Cayó una banda narco: el líder daba las órdenes desde la cárcel

Una banda narco que operaba en el sur de Argentina y Chile, y que era liderada por el líder desde la cárcel de Villa Devoto, fue desarticulada en las últimas horas tras una serie de allanamientos en Buenos Aires, Río Negro y Neuquén. La organización se dedicaba a vender y comprar autos de alta gama, a comercializar droga y también utilizaba comercios chinos para llevar adelante las ventas.

La investigación comenzó en julio de 2017 tras la desarticulación de una banda conocida como “Rápidos y Furiosos”. Las tareas que se realizaron permitieron establecer que la organización utilizaba los vehículos para esconder y transportar droga. Las autoridades descubrieron que operaban en Bahía Blanca y Hurlingham, en la provincia de Buenos Aires; en Viedma, Cipolletti y Catriel, en Río Negro; en la localidad neuquina de Chos Malal; y en Chile.

También se pudo determinar que el cabecilla del grupo es chileno y se encuentra cumpliendo una condena en la cárcel de Devoto, desde donde lideraba a la organización.

Además, se logró establecer mediante escuchas telefónicas que la cabeza de la banda se comunicaba con un ciudadano chino, dueño de un supermercado ubicado en Villarroel al 650 de Hurlingham, donde funcionaba un casino clandestino. En el local se realizaban las reuniones sobre el armado de los negocios ligados a la venta de droga.

En julio de 2017, y en 18 allanamientos, nueve personas fueron detenidas acusadas de robar autos de alta gama para luego repararlos para correr picadas y, finalmente, venderlos con documentación falsa. Luego de más de un año de escuchas telefónicas, los investigadores lograron identificar el modus operandi de la banda que también se dedicaba al narcotráfico y se montaron los operativos para desarticularla.

En las últimas horas, 10 personas quedaron detenidas, se secuestraron casi tres kilos de droga (cocaína y marihuana), 350 mil pesos, 750 euros, seis vehículos de alta gama y 14 teléfonos celulares. El operativo fue llevado a cabo por personal de la Superintendencia de Seguridad AMBA Oeste, y contó con la colaboración especial de la Policía Federal y el Servicio Penitenciario Federal.