Destacada

Unas 34 mil personas tendrían reducción de cuota en su crédito UVA

Compartir

La fuerte caída del salario real de 2018 habilitó a unas 34.000 deudores con créditos hipotecarios en UVA a pedir al banco una extensión en el plazo de devolución, tal como informó TN.com.ar el jueves 31 de enero. Al dilatar la cantidad de pagos en el tiempo, la cuota promedio podría reducirse entre 1200 y 1500 pesos, de acuerdo con estimaciones oficiales a las que accedió este medio.

De acuerdo con la normativa del Banco Central, los bancos deben ofrecer a los deudores UVA la posibilidad de extender el plazo en hasta un 25% si la cuota original del préstamo actualizada por CER (es decir, la UVA) supera en diez puntos o más la cuota actualizada por el Coeficiente de Variación Salarial (CVS), el índice de remuneraciones del sector registrado.

Esa situación se dio por primera vez luego de que, este jueves, el Indec difundiera los datos de salarios del mes de noviembre. De acuerdo con las estimaciones de la Secretaría de Vivienda, unas 34.237 personas que sacaron préstamos hipotecarios UVA entre julio y diciembre de 2017 quedaron habilitadas para pedir la extensión del plazo. Son aproximadamente un tercio de los 110.000 familias que tomaron un crédito para la vivienda indexado desde que se inició el sistema, en abril de 2016.

De acuerdo con las estimaciones oficiales, quien sacó un préstamo en agosto de 2017 de $1,3 millón (ese fue el monto promedio de ese entonces) a 20 años de plazo y una tasa promedio del 5% (todos valores promedio del sistema), paga una cuota de unos 427 UVA mensuales. La cuota promedio inicial, en pesos, era de $8475, que ahora se convirtieron en $14.004.

Esa familia promedio podría pedirle al banco extender el plazo de su crédito hasta 5 años. Al hacerlo, tendría más tiempo para devolver la cantidad de UVA que tomó prestada. La cuota actual caería entre 1200 y 1500 pesos, de acuerdo con estimaciones del Gobierno.

En el Ejecutivo indican que si se tiene en cuenta que el salario promedio de una familia que se endeudó en UVA para acceder a la vivienda propia ronda los 55.000 pesos, la mejora del poder adquisitivo rondaría el 2 por ciento.

Según las comunicaciones del Banco Central que regulan los créditos UVA (A5945, de abril de 2016 y A6069, de septiembre del mismo año), los bancos tienen la obligación de ofrecerles a sus clientes la extensión de plazo y estos tienen la facultad de tomarlo o no.

“Las entidades deberán dar al cliente la opción de extender el número de cuotas originalmente previstas cuando el importe de la cuota a pagar supere en 10 % el valor de la cuota que resultaría de haber aplicado a ese préstamo un ajuste de capital por el Coeficiente de Variación de Salarios (“CVS”) desde su desembolso. En esa circunstancia, que deberá ser notificada al cliente -por medios electrónicos cuando sea posible- y ante su solicitud expresa de ejercer tal opción, la entidad financiera deberá extender en hasta 25 % el plazo originalmente previsto para el préstamo“, de acuerdo con la normativa.

Existen en el Gobierno y en los bancos dudas de cómo se aplicaría esta “cláusula gatillo“. ¿Podría pedirse menos extensión de plazo que el 25%? ¿Si la familia quiere extender un 10 por ciento el tiempo para devolver el crédito y no un 25%, podrá pedir luego el 15% restante? Para el Ejecutivo, el 25% es un tope: si en el futuro existe un nuevo desfasaje entre precios y salarios, los deudores no podrían volver a usar esta “bala de plata”. En una entidad financiera tienen sus dudas. “Se puede extender 25% el plazo original, pero la norma no dice que es por única vez”, indicaron ante la consulta de TN.com.ar.

De todos modos en los bancos advierten que extender el plazo también trae riesgos. “Si el crédito es de más de 15 años, no vale la pena ni siquiera hacerlo una vez, porque no baja significativamente la cuota y te exponés a más inflación“, indicaron a este medio en una entidad líder en el segmento hipotecario.

El analista financiero Christian Buteler, uno de los que advirtieron sobre los riesgos del sistema UVA en una economía inflacionaria desde el comienzo, consideró que la conveniencia o no de extender el plazo depende de la situación de cada deudor.

“El problema es la inflación. Encima, el año pasado hubo una pérdida del salario. Estos fueron los riesgos que marqué siempre sobre estos créditos de hasta 30 años de plazo, pero nunca pensé que se iban a dar tan rápido”, sostuvo. Y agregó: “La ampliación o no depende del bolsillo de cada uno. Para mí, cuanto antes te sacás de encima estos créditos mejor, pero en un contexto como el actual, poder disminuir un poco la cuota por más que alargues el plazo, quizás es preferible, porque esperás recuperar en algún futuro lo perdido contra la inflación”, agregó.

Buteler lleva una cuenta que compara mes a mes la evolución de un crédito hipotecario en UVA tomado en marzo de 2016 (al inicio del sistema) con uno tradicional, ambos por 1 millón de pesos. Con 34 cuotas pagadas, un crédito tradicional a 20 años de plazo mantiene el pago mensual similar al inicial (12.435 pesos). El préstamo UVA pasó de una cuota inicia de $7915 a una actual de $17.606. El tomador del crédito tradicional ya devolvió intereses y parte del capital (le quedan $968.152), mientras que el del crédito UVA vio actualizarse su capital por inflación y ahora debe más del doble, en pesos, de lo que sacó: $2,11 millones. Claro que la cuestión es el acceso: al tener tasas altas, el crédito tradicional era inaccesible para la gran mayoría de las familias que pudieron endeudarse en UVA a tasas bajas.

Esta entrada ha sido publicada el 4 de febrero, 2019 15:41

Deja un Comentario