El paciente contagiado de hantavirus en la provincia de Buenos Aires evoluciona en el Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora. El ministro de Salud bonaerense, Andrés Scarsi, aclaró en diálogo con Arriba Argentinos que el caso no tiene relación con el brote en Chubut.
El funcionario explicó que realizan investigaciones epidemiológicas en Almirante Brown, donde se reportó el contagio, y también en San Andrés de Giles, ya que el joven de 26 años estuvo allí a fines del año pasado. De todos modos por el momento se desconoce dónde fue que el joven se contagió de hantavirus.
Scarsi dijo que “hay que llevarle tranquilidad a los bonaerenses” y que el caso de este paciente es el primero del año que se registra en Provincia. El ministro resaltó que no tiene vinculación con el brote en Chubut y que aunque se trata del mismo tipo de virus es de otra cepa, se comporta de otra manera y es mucho menos agresivo.
Scarsi dijo que el paciente evoluciona, que hay un monitoreo constante y vigilancia epidemiológica tanto a los familiares del paciente como a sus contactos directos. Aclaró que la Provincia “es endémica” y que no es la primera vez que se registran contagios en territorio bonaerense.
Es una enfermedad que se transmite por vía inhalatoria, respirando el aire contaminado con secreciones de roedores (orina, saliva, excretas), por el contacto directo con roedores o sus secreciones, o por ingesta de alimentos o agua contaminada. Se detectó también la forma de transmisión interhumana a través de un genotipo especial del virus llamado Andes, aunque esta se da con menor frecuencia.
En la Argentina los transmisores del virus son los roedores silvestres de la familia Muridae que presentan una infección crónica oculta sin síntomas, mientras eliminan al virus a través de la orina, saliva o excretas.
Hay dos variantes conocidas: la Fiebre Hemorrágica con Síndrome Renal (FHSR, HFRS por sus siglas en inglés) se presenta en varios países del sudeste asiático y Europa, mientras que el Síndrome Cardiopulmonar por Hantavirus (SCPH) es la forma clínica característica del continente americano.
Los síntomas se parecen a un estado gripal: fiebre, dolores musculares, escalofríos, cefaleas (dolores de cabeza) náuseas, vómitos, y a veces dolor abdominal y diarrea. Después de algunos días puede haber dificultad respiratoria que puede agravarse produciendo lo que se conoce como “síndrome cardiopulmonar por hantavirus”, que si bien es poco frecuente puede llevar a la muerte si no ser tratado a tiempo.
No existe tratamiento específico. Aquellos pacientes con síndrome cardiopulmonar por hantavirus deben ser asistidos en establecimientos hospitalarios, de preferencia con unidades de terapia intensiva que cuenten con asistencia respiratoria mecánica.
– Evitar la convivencia con roedores y el contacto con sus secreciones.
– Evitar que los roedores entren o hagan nidos en las casas.
– Tapar orificios en puertas, paredes y cañerías, mantener la higiene con agua y lavandina, colocar huertas y leña a más de 30 metros de las viviendas, cortar pastos y malezas hasta un radio de 30 metros alrededor del domicilio.
– Ventilar por lo menos 30 minutos antes de entrar a lugares que hayan estado cerrados (viviendas, galpones) y cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo húmedo antes de ingresar.
– Realizar la limpieza (pisos, mesas, cajones y alacenas) con una parte de lavandina cada diez de agua (dejar 30 minutos y luego enjuagar).
– Humedecer el piso antes de barrer para no levantar polvo.
– Al acampar hacerlo lejos de maleza y basurales, no dormir directamente sobre el suelo y consumir agua potable.
– Si se encuentra un roedor vivo: usar veneno para roedores o tramperas para capturarlo (no intentar tocarlo o golpearlo). Consultar a las autoridades locales si se dispone de un servicio de control de plagas.
– Si se halla un roedor muerto: rociarlo con lavandina junto con todo lo que haya podido estar en contacto y esperar un mínimo de 30 minutos. Luego recogerlo usando guantes y enterrarlo a más de 30 cm de profundidad o quemarlo.
– Usar calzado cerrado y pantalones largos.
– Se recomienda no molestar y preservar a los depredadores de roedores (lechuzas, chimangos, lechuzones).
Ante la sospecha de síntomas relacionados y el antecedente de realización de actividades con sospecha de exposición a la orina, saliva y/o excretas de roedores en las últimas 6 semanas se deberá concurrir inmediatamente a un centro de salud, que se encargará del manejo del enfermo y de la notificación obligatoria a las autoridades del área Epidemiológica del Ministerio de Salud
Esta entrada ha sido publicada el 16 de enero, 2019 10:28
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