El riesgo país trepaba este jueves a su máximo nivel en cuatro años y tocaba los 800 puntos básicos, en línea con una mayor aversión al riesgo global tras un reciente aumento en la tasa de interés estadounidense, dijeron operadores.
El indicador que elabora la banca JP Morgan subía 13 unidades desde el miércoles y se ubicaba en valores no registrados desde el 16 de diciembre de 2014.
El riesgo país es el diferencial de tasa que los inversores le exigen al país para traer dinero. La suba en la tasa de interés de los Estados Unidos le agregó un escalón al piso de ese rendimiento. La incertidumbre política y económica y local hace el resto.
La suba constante del riesgo país preocupa al Gobierno. Fuentes del Ministerio de Hacienda consignaron que el Ejecutivo decidió posponer las nuevas licitaciones de los proyectos de Participación Público Privada (PPP) hasta que las tasas bajen. El Presupuesto 2019 contempla 80 obras de infraestructura vial y energética a comenzarse bajo esta modalidad, por la cual el inversor privado toma el riesgo y entrega el trabajo “llave en mano”. La suba del riesgo país encarece la tasa que los bancos piden a los consorcios que deben realizar los proyectos.
El economista Leandro Mora Alfonsín coincidió y advirtió que el riesgo país entraña el riesgo de volver a episodios de corrida cambiaria como la de este año. “En un año en el que la cuestión cambiara estuvo en jaque, el riesgo país es fundamental, porque determina el nivel de riesgo que se le asigna a las promesas de pago de inversiones argentinas”, afirmó. “Se lee que hay una Argentina hasta 2019, con el frente financiero cubierto, y otra después, con un escenario bastante desafiante con respecto a los vencimientos”.
La corrida cambiaria de 2018 aumentó el ratio deuda/PBI; porque las emisiones efectuadas en moneda extranjera se hicieron más onerosas en pesos. Por eso, según las previsiones del FMI, la deuda representa el 78% del producto este año.
Eso y la incertidumbre electoral dispararon los temores de los inversores externos y la sobretasa que piden para traer su dinero.
Según Mora Alfonsín, la suba del riesgo país vuelve precario el proceso de estabilización de la política monetaria del Banco Central. “Guido Sandleris puede garantizarse una continuidad de este proceso siempre que baje el riesgo país, porque es el indicador con el que se toman decisiones que no impliquen dolarización de carteras”.
Y la dolarización, prosiguió el economista, es lo que ocurrió en este año en el que el peso se devaluó en torno al 50%. “La dolarización tendría implicancias cambiarias, que tendrían efectos inflacionarios y repercutirían en el bolsillo de los trabajadores, como ocurrió este 2018”, dijo Mora Alfonsín.
Federico Furiase, director de la consultora Eco Go, ve un impacto indirecto en las tasas de interés en pesos por estas causas. “La presión en el riesgo país obedece a riesgo global y, sobre todo, al riesgo político de cara al año electoral y la necesidad de volver al mercado a partir de 2020, cuando se agotan los desembolsos del Fondo”, dijo. Como el dinero del FMI garantiza los vencimientos de deuda del año próximo, “el impacto en el tipo de cambio se modera”.
“Pero a la larga, la tasa de interés en pesos que hace que un inversor venda los dólares y se quede en un plazo fijo al 50% tiene que compensar la tasa de los bonos de Estados Unidos, el riesgo país y las expectativas de devaluación”, afirmó. Por eso, “dada la expansión monetaria de la semana pasada y la presión del riesgo país, se agota el combustible para que el BCRA siga bajando la tasa y dejando pesos en la calle sin que el dólar suba”, concluyó.
Fuente: TN
Esta entrada ha sido publicada el 21 de diciembre, 2018 09:07
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