YPF se sumó a la nueva ronda de aumentos en los precios de los combustibles y subió, en promedio, 4 por ciento el gasoil y 4,5 por ciento las naftas.
La petrolera de control estatal domina el 54 por ciento del mercado de los combustibles y había quedado rezagada, luego de los aumentos que delinearon la semana pasada Shell, Axion, Oil y los otros expendedores.
Las subas de entre 4 y 4,5 por ciento son promedio. Eso es lo que aumentaron los combustibles en la Capital Federal. En otras ciudades del país, los incrementos fueron de hasta 6 por ciento.
Las estaciones de servicio de la red de YPF amanecieron esta mañana con los nuevos valores.
En la Capital Federal, la nafta Infinia llegó a los $ 27,33 por litro. La Súper -la más despachada- llegó a $ 23,57. El diésel subió a $ 20,79 y el gasoil Infinia, a $ 24,22.
En el interior, los precios son más altos. En Córdoba, por ejemplo, el combustible Premium llegaba a los $ 29,50.
A fines de septiembre, el Gobierno liberó el mercado de combustibles y las petroleras pueden fijar los precios que quieran. Los dos principales componentes del valor de la nafta son el dólar y el precio del barril de crudo. Ambos subieron con fuerza durante diciembre. El dólar acumula un incremento de 2 pesos desde el 30 de noviembre. El crudo Brent -referencia internacional- trepó 10 por ciento desde esa fecha y está en su precio más alto en cuatro años.
n ese contexto, YPF decidió dejar de comunicar los aumentos de manera formal y cambiar, de forma gradual, su política de precios. A partir de ahora, los cambios en los precios se notarán directamente en las marquesinas de las estaciones. Además, los valores serán variables en función de la zona geográfica, por lo que los aumentos podrán ser más pronunciados en donde la petrolera tenga menos competencia o mayor demanda.
El último aumento generalizado de los combustibles había sido hace apenas un mes y medio, a comienzos de diciembre.
La semana pasada, luego de las subas confirmadas de Oil, Shell y Axion, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, lo atribuyó a “un aumento del precio del petróleo a nivel internacional” y agregó: “Los costos son los costos y tenemos que convivir con eso”.
En ese marco de costos en alza y una política monetaria del Banco Central más flexible, que impulsa al dólar, YPF pugna por que el Gobierno reduzca impuestos, que representan alrededor del 40 por ciento del precio del combustible.
Según el portal especializado Econojournal, YPF busca que el Ministerio de Energía haga uso de sus atribuciones: el artíclo 5 de la Ley 23.966, que norma el esquema tributario del sector, autoriza a Juan José Aranguren a bajar hasta un 10 por ciento el Impuesto a la Transferencia (ITC), uno de los componentes impositivos de las naftas. Eso, sostiene la petrolera, morigeraría el impacto de los aumentos de los costos en el precio final del combustible.
El aumento de los combustibles derrama en el resto de la economía, ya que impacta en los precios de la logística. Los consultores privados esperan que, en enero, la inflación se ubique en torno al 2 por ciento. Y estiman un valor similar para el mes próximo.
Fuente: tn.com.ar