Jorge Aman, tiene 73 años. Hace 1 año y medio le roba sonrisas a los más chiquitos en General Daniel Cerri, gracias a su “Tren de la Alegría”.
Ese trencito que alguna vez existió, pero alguien lo descartó, Jorge decidió darle vida y vestirlo para pasear.
Recorre el pueblo con música, caramelos, globos y chupetines. En cada esquina los más chiquitos esperan a que frene para dar una vuelta, totalmente gratis. Si, Jorge no cobra por lo que ama hacer, “esto es gratis, si es gratis para uno, es gratis para todos” confiesa sonriendo.
No solo los niños quieren subir, los grandes tambien se prenden en la vuelta que parece no tener fin, porque cuando cree que concluye el recorrido, aparece algún peque en alguna esquina haciendo señas para que frene y lo saque a pasear.
“Esta es mi historia, este es mi tren y hay tren para rato” cierra Aman.