El tatuador bahiense, Nicolás Bilbao hace 17 años que comenzó con esta profesión casi de casualidad. Pese a que de chico había ido a dibujo por pedido de su madre, dejar una huella en la piel no es nada fácil y más con los avances que hay en cuanto a los diseños y los pedidos de los clientes.
Con el tiempo ganó en confianza y fue sumando experiencia y es por eso que hoy es uno de los reconocidos en Bahía Blanca.
Según le contó a Canal Siete, hay tatuajes que no hace y tiene que ver con el “idioma tumbero”, ni tampoco cuestiones relacionadas a la Guerra Mundial, ni políticas.
Por otra parte contó la anécdota y dice que casi un 70% de las personas que se acercan es para “arreglar” o “tapar” un tatuaje ya realizado. Y manifestó que una vez, un hombre se fue a tatuar el nombre de su pareja y al otro día se pelearon y volvió para tapárselo.
Algo que le llamó la atención y fue de los tatuajes más raros que le pidieron, dijo que fue una hamburguesa de una cadena de comidas rápidas.
Bilbao es uno de los pioneros en haber traído capacitaciones de introducción a la temática y seminarios a la ciudad con tatuadores de distintos puntos del país para conocer estilos y seguir perfeccionando el nivel.
