Silvina Luna murió a los 43 años luego de estar en terapia intensiva en el Hospital Italiano por casi tres meses. La modelo saltó a la fama tras su participación en la segunda edición de Gran Hermano (Telefe) y ahí demostró que había llegado a la televisión para quedarse. Sin embargo, todo se desmoronó cuando comenzó a sufrir las consecuencias de una mala praxis realizada por Aníbal Lotocki.
Corría el 2001 cuando la rosarina llegó a Capital Federal para ser una de las participantes del exitoso reality. Con su frescura y simpatía se ganó el cariño de sus compañeros y el corazón del público. De hecho, llegó a la final y perdió el mano a mano con Roberto Parra.
Pero la casa más famosa del país solo sería una catapulta a la fama. Como modelo realizó innumerables campañas publicitarias y buscó afianzarse como actriz. En teatro integró los elencos de El champán las pone mimosas, Coronados de risa… vivamos! y Abracadabra, entre otros. En televisión fue parte de éxitos como Pone a Francella, La Pelu, Bailando por un sueño y El Hotel de los Famosos.
Sin embargo, todo cambió cuando hace una década le confió a Lotocki una transformación para lograr “el cuerpo perfecto” y así poder tener más trabajo en el teatro de revista. Es que el cirujano le inyectó biopolímeros (polimetilmetacrilato) en glúteos y muslos, lo que le provocó una hipercalcemia e insuficiencia renal.
Desde entonces, su vida no fue la misma: análisis mensuales, intervenciones, diálisis y la lucha de ganarle a una bacteria para poder someterse a un trasplante de riñón que nunca llegó.
La dura infancia y adolescencia de Silvina Luna
Aunque ella siempre se mostró alegre y optimista, en su infancia y adolescencia solo existen momentos de tristeza, angustia y desesperación por la violencia que su padre ejercía sobre su madre.
“Mis viejos eran adolescentes en lo que fue mi crianza y su modo de relacionarse. Muy pasionales los dos, en mi casa se armaba bastante bardo. Mi papá no era muy cariñoso. No tengo registro de afecto, pero después entendí de dónde venía él o cómo demostraba su amor. Él trabajaba en metalúrgica desde los 13 años y mi mamá era ama de casa. Me crié como pude”, manifestó tiempo atrás en una nota con el programa En Avanti (KZO).
La rosarina tocó fondo al ver cómo su progenitor golpeaba a su madre. “Ella sufrió violencia de género cuando yo era chica. Mi papá no estaba pasando un buen momento, tenía un problema de adicciones. Yo no lo justifico, pero entiendo desde qué lugar lo hacía. Después pudo revertir eso. Era picante la situación en mi casa”, explicó en la misma entrevista.
El infierno se terminó cuando huyó de su hogar en busca de paz y varios sueños. Esto no le impidió forjar un estrecho vínculo con Ezequiel, su hermano, el único familiar que le quedó tras la muerte de sus padres y quien no se separó ni un segundo de ella.
Silvina Luna, de mala praxis al calvario: “Lotocki nunca me quiso pedir disculpas”
A mediados de junio, Silvina Luna habló con Nelson Castro al aire de El corresponsal (TN), donde señaló que el polémico cirujano nunca le pidió perdón. “Nunca me pidió disculpas, al contrario. Yo le dije en un momento si él quería pedirme disculpas y me dijo que no”, reveló.
Mirá la entrevista que Silvina Luna le concedió a Nelson Castro al aire de TN, donde señaló que el polémico cirujano nunca le pidió perdón. (Foto: captura eltrece-captura América)
Luego reflexionó: “Yo no sé hasta qué punto mi caso ayuda a otras personas, porque veo que la gente se sigue operando en el mismo lugar, que no hay una consciencia mayor de dejar de operarse o de no ir a ese lugar”.
“Esa persona (Lotocki) sigue operando, sigue yendo al mismo consultorio, le siguen pagando fortunas, la Justicia no le ha quitado la licencia para operar todavía… eso no lo puedo creer ¿Cómo puede ser que estando condenado no le saquen la licencia para operar? En cualquier parte del mundo te la quitan”, expresó indignada. Y arremetió: “En este país parece que la mala praxis y poder dañar a alguien a nivel salud es un chiste”.
Fuente: TN