Cinthia Fernández sorprendió al mostrar la faceta empresaria de sus hijas, Charis, Bella y Francesca. En sus historias de Instagram fotografió el puesto de venta que armaron las nenas en la puerta de su casa.
Este domingo, la bailarina y panelista se mostró abocada a organizar los útiles para el inicio del ciclo escolar. Mientras tanto, sus hijas se dedicaron a desarrollar un microemprendimiento.
“Las señoras están con las finanzas de la casa porque hay que recuperar la plata de los útiles”, anunció la bailarina, mientras una de las nenas mostraba un manojo de pulseras.
“Hicieron 29. La cuestión es que vamos a salir a venderlas en un puestito acá en la puerta de casa cuando baje el sol, pero necesitamos saber a cuánto las comprarían”, explicó. “Chicos, a 500 o a 1000 pesos. Pongan eso, por favor, necesito platita”, lanzó una de las nenas sin filtro.
Acto seguido, la panelista mostró el puesto que armaron las pequeñas. “Vendemos limonada rosa con jengibre a 50 pesos. Y pulseras a 100 pesos. Gracias”, se leía en un cartel.
Al comienzo la venta no resultó ser como las pequeñas esperaban y esto se plasmó en las caras largas. Pero minutos más tarde ocurrió lo que deseaban: alguien se llevó una pulsera. Cinthia musicalizó el momento con “Aleluya”, pero lo que no imaginaba era el comienzo de un verdadero éxito.
Una de las hijas de Cinthia Fernández les vende carteras de papel a sus compañeros a $50 para juntar plata
En octubre del 2022, Cinthia Fernández compartió un video en sus redes en el que expuso una veta desconocida de una de sus nenas: la hija más chica de la panelista mostró grandes dotes comerciales al venderle a sus compañeros carteras de papel.
En los divertidos clips que mostró la mediática, Francesca le va sacando en la mesa de su casa todas las piezas que armó en los recreos, muchas de las cuales, tiene pensado seguir vendiendo.
“¿Vos vendés esto?”, le preguntó Cinthia. “Sí. Emilia me ayudó”, respondió la nena. “¿Hiciste trabajar a una amiga tuya?”, buscó saber la modelo, alertada por cómo se desenvolvió la nena. “Pero ella también quiso. Cuando yo la terminé de pintar, ella la terminó de pegar”, explicó Francesca.
Por lo que explicó Francesca, las carteritas que hizo tenían dos tamaños: las más chicas, valían 10 pesos, y su “estilo” eran como si fueran sobres; las más grandes, tirando a bolsos, valen 50 pesos.
Fuente: TN