Oriana Sabatini siente que valió la pena todo el esfuerzo realizado junto a su novio Paulo Dybala. Tantos años viviendo lejos de sus afectos, solos en Italia, y también con su carrera musical puesta en compás de espera para acompañar al futbolista, ahora está dando sus frutos. Y encima con creces.
Es que la cantante no se va a olvidar nunca de este diciembre de 2022, en el que celebró como nunca un fin de año lleno de tanto éxito y felicidad.
Si bien seguro que siempre estuvo la ilusión, otra cosa muy distinta es ver a su pareja convertido en campeón del mundo en Qatar, la máxima aspiración de cualquier jugador, y encima con la responsabilidad de haber pateado uno de los penales que definieron la final a favor de la Selección.
Y, como si no fuera suficiente, volver a la Argentina para celebrar en familia tamaño logro, y ver cómo Dybala era aclamado en su lugar natal, Laguna Larga, Córdoba, donde fue para ser homenajeado por todo el pueblo.
La despedida de Oriana Sabatini a Paulo Dybala
Pero, como decía Goethe, “todo tiene un final, salvo la salchicha que tiene dos”, por lo que Oriana tuvo que acompañar a Paulo a Ezeiza para que volara de regreso a Italia y se reincorporara a los entrenamientos de la Roma, el club al que fue transferido desde la Juventus.
Este miércoles al mediodía se vio a la feliz pareja llegar a la estación aérea, donde se despidieron de manera muy romántica, con besos y abrazos. Quien también se hizo presente fue el padre de Ori, Ova Sabatini.
El plan de la artista es pasar Año Nuevo con sus padres y su hermana, y luego sí, regresar a Roma para reencontrarse con el delantero surgido en Instituto de Córdoba.
Oriana Sabatini y Paulo Dybala en Ezeiza. Foto: Movilpress
Oriana Sabatini y Paulo Dybala en Ezeiza. Foto: Movilpress
Oriana Sabatini y Paulo Dybala en Ezeiza. Foto: Movilpress
Oriana Sabatini y Paulo Dybala en Ezeiza. Foto: Movilpress
Fuente: eltrece